new boy

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Robert no se esperaba ver aquel chico de ojos grandes y cabello castaño cruzar la puerta y verlo directamente a los ojos.

No se esperaba que los uno de los de Páez se viniera a hacer la gran osadía de entrar a su empresa, Robert realmente estaba impresionado de todo esto.

Él era un hombre que creía tener todo a sus pies, el mundo era suyo y quería todo de él.

Tenía unas preciosas mascotas, tenía dinero, poder, mujeres, autos de lujo, casas y mansiones. tenía todo para sentirse rico en esta vida, podía hacer lo que quisiera, ni siquiera su ex esposa interviene en todo lo que él quiere hacer. Aún así se sentía vacío, como si algo, nada podía llenar ese pecho solitario y frío de Robert.

Hasta que lo conoció.

A él y su simpática sonrisa, su hermoso cabello, sus ojos, ese divino cuerpo que quedaba pintado con ese traje que usaba esa mañana para presentarse a la entrevista.

No era de esperarse, Robert se enamora de inmediato y casi llora de tal belleza que habían visto sus ojos, llegando al punto de sentir obsesión inmediata.

Gavi le sonríe, se acerca a él y se sienta mirándolo fijamente, sintiéndose superior en el acto y casi logrando reírse, se preguntaba así mismo por que ese hombre ya mayor no hablaba y se quedó pasmado como si hubiera visto un demonio frente de él.

Le pareció patético en el acto ver como ese hombre embobado no había emitido respuesta, gracioso y también como no, curioso.

­­—¿Sucede algo, señor Lewandowski?

Él dice que no con un gesto con la cabeza y suelta un suspiro quejándose en el momento, se sentía como un adolescente enamorado buscando aprobación del muchacho frente suyo, se siente ridículo.

—Estuve viendo tu Curricullum y es realmente impresionante todo lo que llegaste a hacer con tan poca edad, Señor Gavira. Es un gusto decirle que lo quiero en mi empresa, que puede hacer todo lo que solicite, es mas puede empezar a trabajar mañana mismo si lo desea

Gavi con una suave sonrisa asiente y muerde su labio inferior de manera sutil—Estoy gustoso yo también en decirle que me encantaría ser parte de su corporación señor Lewandowski, mañana vendré por aquí, si me gusta el lugar, me quedaré.

Sin más el muchacho se van dejando a Robert con la mano en su corazón y lleno de suspiros.

Que muchachito engreído pensaba Robert.

¿Qué se creía? Él decidía si iba a quedarse o no, como si el polaco no importara y él no fuese el jefe para evaluar su manera de trabajar en su posición.

Como si manejara de manera dominante y dejara a Robert en segundo plano.

La entrevista ni siquiera duró cinco minutos, lo dejó en completo ridículo. Aún así Robert no entendía como dejó que el hijo de Pablo Páez viniera a dejarlo así.

Esperaba que Lorena no se enterara de esto, seguro se pondría como loca y lo destruiría a pedazos.

nepo bby [lewavi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora