nepo bby [lewavi]

young

Robert seguía sin entender el poder que tenía el menor en él.

Seguía pensando día a día en todo lo que hacía sentir, desde su sonrisa y su manera de hablar hasta llegada la noche, que en la oscuridad de su habitación pensaba en su cuerpo, en sus jugosos labios y como se sentía respecto a su manera de coquetear que tenía con uno de sus empleados, llenándolo de celos profundamente y sintiéndose sentir menos.

Él buscaba permanentemente el contacto, desde llamarlo a su oficina o mirarlo fijamente en el horario de el almuerzo, pero nada que no se pueda disimular, todos sospechaban en como el jefe tenía preferencias por el chico nuevo, cuantos celos sentían.

No era sorpresa que el menor termine enamorando a unas cuantas chicas y chicos en el lugar, realmente era muy encantador, sobre todo muy amable y bastante carismático

Robert se sentía listo para empezar la ''caza'' como le decía él, aún que Marc, su amigo y socio, le había dicho que era muy mala idea, más sabiendo que salía con Lorena, la chica mas guapa y más rayada que puedes llegar a conocer.

Robert realmente estaba listo, hasta que en el camino a ver al chico en su oficina se encuentra con la secretaria que estorbaba el paso del mayor—¿Qué crees que haces? ¿No deberías estar trabajando en el papeleo?

Robert frunce el ceño y suelta una risita despreocupada—Debía ir a entregarle unos papeles a Gavira

La chica se los quita de la mano y levanta su ceja—Puedo encargarme de eso, jefecito.

—Soy el jefe, yo puedo encargarme de todo lo que yo quiera.

—Pero debemos ser más productivos, señor—La chica, obviamente sabiendo el chisme sabe que no es muy buena idea que su supuesta pareja fiel ande mirando el trasero de un niñito de 19 años, era algo sabido. No iba a dejarse perder por un mocoso niño de papá. —La semana pasada me habías dicho que me sacarías a comer ¿Qué sucedió que no lo hiciste ya?

—Amor realmente ando demasiado apretado de tiempos como para complacerte esta noche, otro día podría ser ¿Quieres?

—No, no quiero ¿Sabes por qué? Por que hoy es tu día libre y podríamos ir a tu casa, comer algo rico, seguramente hacer eso que ya sabes, pasarlo lindo ¿Qué te parece?

El hombre algo resignado asiente suspira y asiente—Esta bien, vamos a estar juntos, vamos ir esta noche a comer, pero nada de sexo ¿si?

La chica se va contenta de ahí. Robert sentía que jamás podría acercarse tanto a Pablo, por más que quisiera, por más que lo amara, le gustara estar mirándolo, jamás lograría que él aun siquiera le diera un saludo por las mañanas.

Estaba con su cabeza gacha hasta que sintió una delicada voz de fondo, casi como un sueño—¿Estas bien? —Era Gavi, Robert no podía creer que aún se sentía como un adolescente, estaba tan empedernido de ese niño que no podía creer que su sola presencia le generaba un montón de suspiros.

—Estoy genial, sucede que estoy demasiado estresado por la situación de la empresa, de el trabajo, de mi vida, tú me entiendes.

—¿Quieres que te desestrese un poco?

—¿Cómo?

—Que, si nos desestresamos juntos, ir a tomar un café al parque, ya sabes...

—Emh, si por supuesto ¿Luego del trabajo?

—Si luego del trabajo—Asiente alegre y cada uno elige su camino.

Robert iba saltando feliz, por fin tendría el contacto que tanto deseaba este tiempo, si fuera por él le cancelaría esta noche a Lorena para ir a comer con el lindo chico joven.

Al entrar a la oficina ve a Marc leyendo el periódico sentado en uno de los sillones—Que bueno que llegaste, te estabas tardando

Robert bufa y suelta un suspiro—¿Qué haces aquí? Leyendo de manera anticuada noticias, después me dejas todo ese papelerío en el sofá de mi despacho.

Marc levanta su ceja y suelta una risita, va directamente al grano—¿Comó te fue con Páez?

—Me fue bastante bien la verdad, es un chico increíble, vamos ir a tomar un café esta tarde, lo más seguro que luego lo invite esta noche a cenar, aún que tenga que cancelar a Lorena para eso.

—Es demasiado joven para un viejito como tú ¿No? Podría ser tu hijo

—Pero no lo es ¿Qué crees?

Marc solo suelta una risita—No tienes caso