Reconstrúyeme e intentémoslo.

Capítulo 19

No llevaba mucho tiempo de conocer a Min Ho, pero sabía que este era una buena persona, que había intentado ayudarlo en todo lo que pudo, incluso evitó que él y Ki Bum murieran y seguía a su lado a pesar de que no era muy amable con él, además de que su propia vida podía correr peligro. El error más grande de Choi, era creer que se había enamorado de él y debido a esos sentimientos se estaba quedando a su lado, pero ahora Taemin sentía que lo necesitaba, porque por ese amor que decía tenerle, era una de las pocas personas en las que podía confiar.

Mordió con fuerza su labio inferior para ahogar el sollozo que quiso escapar de su garganta, porque ahora que pensaba "con la cabeza fría" creía que sus decisiones no habían sido las mejores, pero mientras hablaba con Shaoran, creyó que estaba haciendo lo correcto, porque necesitaba estar cerca de él para su venganza, después de todo, aquella frase: mantén a tus amigos cerca pero a tus enemigos más, empezaba a tener demasiado sentido para él, pero mientras no cediera a los deseos del primo de su esposo, solo iba a ser un blanco al que atacarían constantemente sin posibilidad de contrataque.

A veces Taemin sentía que no sabía lo que estaba haciendo y en otras ocasiones, que lo sabía perfectamente, como cuando le dijo a Shaoran que iba a casarse con él y le permitió hacer la fiesta de compromiso cuando él quiso, ¿y luego qué? ¿iba a permitirle que se adueñara de todo como tanto quería? Porque Min Ho tenía razón, los papeles que firmaron en esa noche, no le aseguraban nada. ¿Shaoran lo mantendría con vida solo por ser su esposo? No, estaba seguro de que si Shaoran colocaba las manos sobre su fortuna, iba a deshacerse de él y no se lo iba a permitir.

—Taemin, ¿qué sucede?

Sintió que el cálido cuerpo a su espalda se movía hasta quedar delante de él y poco después un par de manos sostuvieron su rostro, limpiando sus lágrimas que no fueron silenciosas, sino que hubo sollozos que fueron las que despertaron a su acompañante.

—Pesadillas —murmuró con voz rota.

Hubo silencio y a pesar de que no podía ver, sabía que la persona no le había creído y tal vez si las situaciones fueran diferentes, él tampoco lo haría.

—Puedo soñar —dijo, cerrando los ojos —a veces tengo pesadillas.

No, a veces tenía sueños un poco extraños en los que tenía una familia junto a un total desconocido, o eso pensaba antes, porque ahora tenía al desconocido a su lado, compartiendo con él la mesa todos los días y a veces la cama. Si la situación hubiera sido diferente, Taemin creería que Min Ho habría sido un buen material de novio o esposo, pero él no podía corresponder a sus sentimientos, solo podía mantenerlo a su lado como una de sus pocas personas confiables mientras se vengaba de Shaoran.

—No lo sabía, yo pensé...

—Está bien, muchas personas piensan que ya no podemos soñar porque no podemos ver, pero no es así.

Sintió una de las manos que limpiaba sus lágrimas subir a su cabello, que fue acariciado con suavidad y luego un beso fue depositado en su frente en un intento de consuelo, que hubiera funcionado si la razón de sus lágrimas no fuera porque Taemin sentía que estaba haciendo las cosas mal y, casi podía escuchar la voz enojada de Jong In por colocarse en peligro, pero estaba haciendo lo que podía y creía que era lo mejor.

—¿Quieres hablar de eso?

—¿Uh?

—Tu pesadilla, ¿quieres hablar de eso?

Taemin negó con la cabeza. En ese momento solo quería regresar a su habitación y tomar un largo baño, borrar de su piel las caricias de Min Ho, pero sentía que si lo hacía, Choi se daría cuenta de que tener sexo con él en esa noche, fue una manera de calmarlo, porque era bastante consciente de lo mucho que odiaba que estuviera comprometido con Shaoran.

Que Taemin no pudiera ver no lo convertía completamente en ajeno a lo que pasaba a su alrededor. Dejar que Min Ho lo besara fue para calmar sus emociones, pero esa noche no pareció ser suficiente para Choi, que parecía tener la necesidad de sentirlo suyo y Taemin se lo permitió, a pesar de saber que luego la culpa lo golpearía y le haría sentir como la peor basura por serle infiel a su esposo. A veces no creía que todo eso valía la pena, pero cuando pensaba en Jong In, no podía quedarse solo de brazos cruzados mientras que el asesino de su esposo no recibía un castigo.

Lo había pensado tantas veces, ¿cuál sería la mejor manera de vengarse de Shaoran? No negaba que quería matarlo, pero también mientras más lo pensaba, creía que dejarlo en la ruina iba a ser su mejor venganza, después de todo, para él parecía el dinero ser tan importante que perderlo todo iba a dolerle mucho. Quería que sufriera tanto que la muerte sería la parte indulgente de su vida. Taemin fantaseaba con ese hecho.

—Si en un momento necesitas hacerlo —habló Min Ho acariciando su rostro —estoy aquí.

—Lo sé.

Taemin le pidió mentalmente perdón a Min Ho por utilizarlo y porque no podía dejarlo, no podía empujarlo lejos por su propio bien. Quizás luego de obtener su venganza lo compensaría, después de todo, para ese momento tendría el suficiente poder como para darle todo lo que él quisiera o bueno, casi todo, porque dudaba que pudiera amarlo alguna vez. Sabía que hasta ese momento iba a hacer sufrir a Choi, pero era todo lo que podía ofrecerle si se quedaba a su lado.