Capítulo 11.

869 105 21
                                    

Lo primero que hizo Min Ho, fue renuncia a su trabajo, había agradecido a Jin Ki por haberle dado una oportunidad, pero le explicó que por motivos personales no podía continuar, porque no se trataba de que Taemin le iba a pagar mejor o peor, en realidad, no hablaron de la paga, sin embargo, él prefería estar cerca del doncel así no recibiera ni un centavo, y su ex jefe no se negó a aceptar su carta de renuncia.

—¡Min Ho!

Se giró al escuchar su nombre, viendo a Yi Xing dejar su puesto de trabajo para caminar hacia el ascensor de dónde él acababa de salir, el joven se veía preocupado.

—¿Estás bien?

—Sí —frunció el ceño —¿por qué?

—¿Es cierto que viniste a renunciar?

Min Ho lo miró detenidamente antes de asentir, notando como más de una mirada se posaba en él, como si todos quisieran saber sobre eso.

—¿Por qué? ¿está todo bien?

—Sí.

—¿Por qué estás renunciando?

—No puedo decírtelo, pero no ha pasado nada malo para que lo haga, en realidad, todo lo contrario.

—¿Conseguiste un mejor trabajo?

Min Ho no respondió de inmediato, sino que miró a su alrededor, dudando que fuera buena idea decir que era así, porque él lo sentía de esa manera, que estar cerca de Taemin mejoraba su trabajo de muchas maneras, aunque de la paga no hablaban todavía.

—¡Lo hiciste! —Yi Xing sonrió y se acercó más a Min Ho —me alegro por ti, no le diré al jefe.

Yi Xing lo abrazó como felicitación, y luego se alejó un poco, subiendo sus manos al rostro de Min Ho y tomó sus mejillas entre éstas, y antes de que Choi pudiera reaccionar, dejó un casto beso en sus labios, luego corrió lejos de él como un niño que acababa de hacer una travesura, y lo miró a la distancia.

—Ven a visitarme, Min Ho, no te olvides de mí.

A pesar de estar sorprendido, Min Ho tomó la acción de Yi Xing como algo inocente, sonriendo agitó su mano y salió de la su antiguo trabajo. Sus acciones podrían parecer precipitadas si no tenía ningún contrato firmado con Taemin, pero confiaba en el doncel, además que si tenía su autorización para cuidarlo, él no iba a desaprovechar esa oportunidad.

Tomó un taxi para llegar a la casa de Taemin, asumiendo que comenzaba a trabajar ese día, o la noche anterior, porque se había quedado cuidándolo. Min Ho no era demasiado ambicioso, había pensado que con un sueldo igual al que tenía como mensajero bastaría y, eso porque tenía que pagar un arriendo, alimentarse, ya que si fuera su decisión, no le cobraría ni un centavo a Lee por cuidar de él.

Al llegar a su destino, se sorprendió al ver un auto negro lujoso, y todo su cuerpo se colocó en alerta, pensando en que las personas que antes quisieron matar a Taemin habían regresado, casi lanzándole el dinero al taxista y bajándose sin que el vehículo hubiera terminado de detenerse, luchó un poco para encontrar las llaves para poder abrir las puertas, sin embargo, cuando entró, vio al doncel sentado en la sala de estar, y frente a él estaba "la copia" de Jong In, como él lo llamaba.

—¿Qué hace él aquí? —la voz de Shaoran sonaba molesta.

—Min Ho es mi guardaespaldas —Taemin no necesitó preguntar quién era, sabía identificar cuando se trataba de Choi.

—Taemin, ¿podemos hablar en privado?

—¿Por qué?

—No creo que sea prudente que un empleado escuche conversaciones importantes.

Reconstrúyeme e intentémoslo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora