Amarte en silencio ☆Tierra x Luna☆

★Capítulo 1★

Después de todo el lío de la revolución lunar, todos las lunas se fueron a sus respectivas órbitas con sus respectivos planetas. Al volver, mi planeta, Tierra, se encontró con Venus y Marte heridos después del combate contra las lunas. Tierra se dirigió preocupado hacia ellos y le pidió disculpas por haberlos tratado tan mal. Ambos estuvieron dudosos al principio si realmente el iba a cambiar, pero terminaron aceptando dandole otra oportunidad mas.

Mientras que yo los veía desde lejos como Tierra se veía tan... cercano. Digo, no es como si no fuéramos cercanos, pero yo siempre soñé con jugar a las cartas con ellos y estar cercana a ellos, en especial a Tierra.

En el pasado, Tierra me menospreciaba por ser una luna, fue por eso que creía que era la razón porque mi planeta no me permitía jugar con ellos. Yo solo era una simple luna y ellos eran planetas, yo nunca llegaría a su altura.

Lo que nadie sabe es que por fuera, Tierra muestra ser alguien egoísta, egocéntrico y narcisista y que conmigo mostraba solo utilizarme para los asteroides. Mientras estamos solo, el mostró ser cariñoso y un tanto meloso.

Siempre me daba mimos antes de dormir y en nuestras órbitas solíamos dormir apegados como chicle. Me consentía, me daba unos besos por la cabeza. Todas las noches, el murmuraba semi-dormido lo hermosa que podía lograr a ser. Pero a la mañana siguiente, todo esos cariños y besos se olvidan. Claro, eso pasaba antes de su redención.

El Sol hace años coloco reglas estelares, reglas que debemos respetar, como no salirnos de nuestras órbitas, incluyendo las lunas normalmente aunque nunca hacen caso. Y otra entre ellas es de no enamorarse de su satélite natural.

"Ningún planeta o planeta enano puede enamorarse de su propio satélite natural"

Creo que lo aplicaría mejor en los gigantes gaseoso y los gigantes de hielo, para no mostrar favoritismo hacia sus otras lunas. Esa regla fue impuesta recientemente después de la revolución lunar. A algunos no les afecta mucho ya que no tienen una relación TAN cercana hacia su luna, pero también esta la pequeña porción que sonaría que esa regla desaparezca.

Tierra mostró que cambió para bien, me dejaba jugar cartas con el y hasta incluía a Mercurio y de ves en cuando a Titán cuando pasaba por ahí. El se volvió mas cariñoso y amable tanto con los demás que conmigo. Cuando dormíamos juntos antes, el me daba mimos por la noche y a la mañana siguiente, volvía siendo el mismo narcisista. Ahora que cambio, el muestra ser amable y generoso en cualquier momento, cosa que hizo que mi núcleo se sintiera mas caliente que lo habitual cada vez.

Pero a diferencia de antes, el solo mostraba su lado meloso a mi y solo a mi. Aunque no me desagrada por completo, el empezó a mostrar ese lado con los demás. Yo solo quiero que ese lado meloso y cariñoso lo muestre solo a mi y a nadie mas... de manera no posesiva.

Tierra estaba jugando a las carte, como lo habitual, con Marte, Venus y yo. Al final de la partida, fue Venus como de costumbre quién gano. Tierra suspiró de decepción pero la felicito por la partida, la toco del hombro suavemente para acercarla hacia el y la abrazo dandole unas palmadas en la espalda.

Por una extraña razón, esa acción me humedecieron los ojos, sentía unas fuerte emociones dentro de mi, como si quisiera apartarlos. Últimamente, me e comportado de esa manera cada que Tierra mostraba cariño hacia alguien. Digo, no es que no quiera, hasta es bueno que muestre cariño en vez de egocentrismo, pero aveces siento que quiero que el guarde todo esos cariño solo para mi.

Un poco brusca, deje las cartas de lado y declare que ya me cansé de jugar, cosa que entristeció aquel planeta con vida.

— ¿Porque Lunita? Nos las estábamos pasando bien, preguntó con su sonrisa de angel.

— No te preocupes Tierra, pueden seguir jugando, yo solo los estaré observándolos.

Sin dejarlo responder, me senté entre sus piernas, sintiendo sus muslos en mi cadera. Me recosté en su pecho para mostrar de manera burlona a Venus que ese planeta ya tiene dueña.

Coloque mi cara contra su pecho, podia sentir su núcleo palpitar y el calor de este. Gentilmente, el planeta azulado y verdoso paso sus brazos en mi espalda y acaricio suavemente mi larga cabellera gris.

— Bueno Lunita, tus deseos son ordenes~, murmuró aquel planeta de vida acomodándome entre sus muslos.

La partida continuó normalmente, solo que esta vez, Tierra se veía distraída y no paraba de perder. Su pulso siempre estaba acelerado y sus piernas se ponían temblorosas cada que me acomoda entre su entrepierna.

— Oye Tierra, ¿no crees que es raro que tu luna este en esta posición? pregunto Venus viendo como la cara de su amigo estaba rojiza y que algunos volcanes en su superficie explotaron.

— ¿Hablas por lo de la nueva regla? No creo, suspiro el contrario bajándole la intensidad de su sonrojo, pienso que se le aplica mas hacia los planetas con mas de una luna, Luna es mi única luna así que todo bien.

— Eso se lo aplica para todos Tierra y los sabes.

— No creo que vaya a pasar algo entre mi luna y yo, Venus ¡Cambiemos de otro tema!

Eres un mal mentiroso Tierra, yo se que tú también sueñas con lo mismo que yo... siempre te escucho diciéndolo adormilado todas las noches.

Me levante repetitivamente y me fui hacia la órbita de la Tierra, los ojos humedecidos. Sabia que Tierra está mintiendo ¿verdad? Oh Tierrita! Mi rey, mi mundo (literalmente), mi centro de atención, mi todo, solo quiero cariñitos y mimos de tu parte y no solo eso, quiero besarte sentir tu cuerpo contra el mío, sentir como nuestras respiraciones sincronizan cada que te beso sin nada que lo impida. Quiero sentarme entre tu regazo y sentir como me abrazas mi espalda. Quiero sentir tus besos en la mejillas, repitiendo como amas besar mis cachetes porque saben a miel. Quiero abrazarte todas las noches mientras nos quedamos dormidos acurrucados uno con el otro, sintiendo el calor de cada uno. Quiero besarte día y noche y hasta "hacerlo" contigo y cumplir todas esas fantasías contigo. Con tan solo tenernos el una para el otros para siempre y demostrar nuestro amor.

Mi único deseo es que te des cuenta cuanto quiero de unos mimos y cariños tuyos, tenerte cerca mío día y noche y sobre todo que estemos juntos sin necesidad de esta estúpida regla estelar