EN CUALQUIER IDIOMA 2: MEMORIAS Y PORVENIR (Tord x Lectora) [PAUSADA]

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________'s POV:

Vale, nueva duda: ¿Era Ámbar adoptada? Es que no se parece en nada a sus papás.

________: Oye, de verdad te llamas William?

Le pregunté en bajo.

Will: Es la traducción del ruso.

________: A bueno.

Will: Estes son mis padres. Margariya y Nikoj. Diles Mar y Nik, ellos no tienen problema.

No creo que les valla a decir nada en general.

Mar: Según lo que nos ha contado, estás embarazada. ¿No?

Will: Sí, ella...

Nik: Cállate, no te ha preguntado a ti.

Asentí.

Mar: Bien. Agradecemos que quieras a nuestro hijo y estés dispuesta a darnos un nieto... O nieta, claro.

¿Quién dijo que lo quiero? ¿Y quien dice que van a tener un nieto?

Nik: Tras la pérdida de Ámbar, que él dijo que la conocías, hemos estado bastante nerviosos por que algo le pueda pasar a nuestro querido William.

Mar: Así que, aunque parezca precipitado, podrías adquirir nuestro negocio junto a el para asegurar que no se quede vacío si falta algún día.

No.

________: Entiendo, sí. Me parece buena idea.

Mar: Gracias por comprender. Ahora, ¿Tenéis planeado el nombre de la bendición?

Ahora,al parecer, es mamá latina. Todo ok.

_________: Aún nada.

Mar: ¿Queréis decidirlo con nosotros?

_________: Eh... uhm... ¿Will?

Will: Nos encantaría.

Ya nos cargó la chingada.

Tord's POV:

Tord: ¡Mira!

A lo lejos, una balanza inmensa se alzaba imponente al final del río. Había puertas abiertas abajo para dar paso a nuestra barca.

Hela: Tenemos que saltar.

Tord: ¿Qué?

Hela: No te mereces morir aún, Tord. Si saltamos podemos nadar hasta tierra. Nos dirigiremos al cielo sin cruzar por La Balanza para buscar algo que te pueda devolver al mundo de los vivos.

Tord: No se yo si...

El agua se empezó a batir con fuerza.

Hela: ¡Estamos llegando, salta ya!

Y eso hice. Un par de brazadas despues estabamos descansando en tierra no tan firme, pero tampoco es agua.

Hela: Estamos a salvo. Vamos, sígueme.

Tord: ¿Entonces vamos al cielo?

Hela: Será un viaje largo. Pero sí, ahí es donde vamos.

No fue tan largo, en realidad. No había nadie guardando esa entrada al llegar.

Hela: Por aqui solo entran y salen ángeles, así que nadie vigila nada. Los demonios no pueden subir.

Tord: ¿Eres un angel, entonces?

Hela: No. Tú y yo estaríamos ambos en las entrañas del infierno ahora mismo. Pero, como yo te tengo que guiar, me subieron.

Tord: ¿Tú también volverás a la vida?

Hela: No puedo, ya he cruzado. Yo volveré al infierno cuando te separes de mi y regreses a la tierra. No te preocupes, no está mal. El diablo está bueno.

Tord: MAMÁ

Dios.

Hela: En fin, en fin. Tal vez estamos destinados. ¿Tendrás que tener cuernos por algo, no?

Tord: TÍA PARA YA

Y se ríe en mi cara, todo ok.

Hela: Vamos, entra.

Todo era reluciente y de oro. Ángeles iban de aqui para allá hablando o transportando cosas.

Hela: Sé a donde tenemos que llegar, vamos. Es una sala circular en el medio del palacio de la Luz, que es donde estamos ahora mismo.

Nos movemos por detras de las columnas para que nos vean. ¿Esto no es allanamiento? Bueno, me la pela.

Tord: ¿Hiciste el viaje con papá?

Hela: Sí.

Tord: ¿Está en el infierno?

Hela: No, está en la llanura de la Calavera.

Tord: ¿Es eso sarcasmo?

Hela: Que no, que lo que pasa es que si vuelves a morir en este mundo te llevan a allí para pudrirte ahora definitivamente.

Ok, más sitios extraños de los que no me voy a preocupar hoy.

Hela: Lo ahogué cuando estábamos en la barca. Dejé que el agua le consumiera. Yo debería haber ido al cielo, pero lo jodí todo en ese momento.

Mamá, enserio, me das miedo.

Tord: Ah, okey. Que perturbador.

Llegamos a un pasillo random sin que nos vieran donde habían estatuas de ángeles veteranos llorando sangre por alguna razón.

Hela: Es que nos detectan como demonios. Seguirán llorando hasta que abandonemos el palacio.

Tord: Pero si yo no...

Hela: Lo que detectan es más como tu esencia. Si cruzaras, irías al infierno. Eso es lo que los Arcángeles detectan.

Ah, eran Arcángeles. Lo celestial nunca fue lo mío.

Hela: Detras de esa puerta está lo que yo te digo. Es un reloj pequeño, como el del conejo de Alicia en el País de las Maravillas. Alguien lo custodia siempre.

Mentira, dentro no había absolutamente nadie.

Hela: Que raro. Bueno, agárralo.

Lo tomé entre las manos, pero ya no sabía que hacer. El objeto había sido movido hacia atrás en medio segundo. Ahora lo tenía alguien más, alguien que no era mi madre y que no podía ver ya que le daba la espalda.

???: ¿De verdad creías, Tord, que te iba a dejar libre de tu castigo en las fauces del reino infernal?