2- Decisión

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- Además, podrías vernos entrenar, sabes que las managers incluso salen en las revistas

- Lo se Satori

- Además, te llevaríamos con nosotros a los campamentos, podrías conocer mucha gente

- Lo se Satori

- Incluso podríamos encontrarte un novio aún más guapo y alto que el que tienes

- Eso ya no me interesa Satori

- Oh, escogí las cartas equivocadas, ya sé, los de primero incluso pondrían más ganas.

- Lo dudo Satori, por cierto, ¿te molestaría dejarme hacer la tarea?

- Vamos Minako-chan, qué tengo que hacer para que aceptes.

- Ya lo estoy pensando, estoy gestionándolo y viendo que es lo mejor Tendo, no te preocupes, ya tomaré una decisión.

Alguien se sentó a mi lado en la mesa del patio y giré a ver al sentir un tacto en mi espalda.

- Hola -Isamu se acercó a darme un beso, aunque me removí incómoda.

Nunca he sido una de las personas a las que les gusta el afecto en público, siento mucha vergüenza e Isamu era consciente de ello.

- Isamu

- Lo siento, lo siento -habló volviendo a su sitio.

Tendo e Isamu acababan de salir, ya que teníamos distintos horarios, yo había salido antes que ellos una hora y la había aprovechado para estudiar en la biblioteca.

- ¿Hoy tienes alguna cosa pendiente?

- Iré a entrenar, ya me aceptaron y veremos en que posición me ven mejor -Isamu contestó.

- Está bien, a lo mejor me paso a ver que tal está el entrenador de vóleibol -contesté ordenando mis libretas.

- Sabía que lo conseguiría -Satori gritó a nuestro lado a modo de victoria, por lo que la secretaria le regañó.

Isamu se levantó con la mochila y ambos le observábamos mientras se iba.

- Lo que te hizo cambiar de opinión fue lo de encontrarte a uno aún más alto, ¿verdad? -Satori hablaba mientras me ayudaba a recoger las cosas y  se levantó con su notoria altura y cogió mi mochila y la suya en brazos.

- Satori te pegaré.

- En realidad me amas.

Andamos juntos hasta el gimnasio, aunque nuestros caminos se dividieron porque él tenía que ir a cambiarse.

- Buena tarde Kumiko-san, ¿qué tal con los estudios? -el entrenador tenía una leve sonrisa en la cara mientras observaba a los chicos que empezaban a entrar.

- Buenas, entrenador, voy bien señor, justo ahora estaba haciendo mi tarea.

- Puedes llamarme Washijo-sensei.

- De acuerdo.

- Si estás aquí, supongo que es porque has pensado sobre la propuesta ¿O me equivoco? Ha pasado una semana, y tú aún no tienes un club asignado.

- Soy consciente de ello, aunque no estoy aún segura -empecé a jugar con mis dedos con algo de nerviosismo- Tendo lleva días hablando sobre un partido y quería preguntar si...

- ¿Quieres ir de prueba?

- Creo que sería lo mejor, vería si soy apta para el puesto y si puedo observar y ayudar.

- De acuerdo, mañana sábado en este mismo gimnasio, jugaremos contra el Johzenji a las 10 y media de la mañana -anoté esa información en los recordatorios de mi móvil ante la atenta mirada pensativa del entrenador- Ushijima -el llamado giró a observar al entrenador- busca alguna chaqueta del Shitarorizawa para Minako.

- Sígueme.

Seguí al chico desde una distancia mientras observaba su ancha espalda y el movimiento de sus hombros, creo que no había visto una espalda tan trabajada, y que se pudiera ver a simple vista desde una camisa, diablos, esto era sorprendente, espera, ¿en qué estoy pensando?

- Aquí tienes, no sé si te irá algo grande, es la que tuve el segundo año, aunque creo que te irá bien -me observó de arriba abajo mientras parecía debatir si era la indicada.

Agarré la chaqueta que tenía entre sus manos y asentí mientras empezaba a andar de vuelta al gimnasio.

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- Si te has fijado Tendo tiene un talento sobrenatural y casi siempre sus sospechas son ciertas, tiene un sentido sorprendente -el entrenador había cogido el gusto de charlar conmigo mientras esperaba que limpiaran el gimnasio- creo que no hace falta que te hable de Ushijima, ¿viste a Goshiki? -observé al pelinegro que se encontraba pasando la mopa por el suelo y asentí- tiene planeado convertirse en el nuevo as cuando Ushijima se vaya y todos lo cuidan para ayudarle.

- Eso es realmente bonito, que sienta el apoyo de su equipo, debe ser alucinante.

- Tendo se encarga de encender el fuego de competitividad que lleva en su interior.

- Entrenador, ¿podría explicarme cosas sobre mamá? -sentía otra vez los nervios recorrer mi cuerpo a la espera de la respuesta- es algo difícil de hablar con papá y usted sabe que nunca logré hablar con ella...

- No -lo miré sorprendida, no era la respuesta que me esperaba- no te veo preparada, el día que te vea lista créeme que te ayudaré.

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- ¿créeme que te ayudaré? -Masaki estaba estirada del revés en su cama en una posición muy extraña- esa respuesta es una basura, ¿preparada para qué?

- No tengo idea ya, no le pregunté, no parecía que se encontrará dispuesto a negociar -mi mojado pelo se encontraba recogido en una toalla y me senté al lado de la chaqueta que tenía perfectamente estirada en mi cama.

- ¿Crees que sea de Semi esa chaqueta? -la rubia observaba fijamente la chaqueta- huele tan bien que la usaría de ambientador.

Solté unas leves carcajadas ante las ideas de la rubia.

- Es de Ushijima, de cuando iba a segundo año, supongo que olvidaron lavarlas, eso es realmente asqueroso.

- Llevo media hora esnifándola.

Reímos a tanto volumen que escuchamos cómo las chicas de la siguiente habitación pegaban a la pared.

- ¿Mañana vas a ir a tu casa?

- Lo dudo, Semi me ha invitado a ir a una cita el sábado y pensé que el domingo podríamos estudiar o pasar el día juntas.

- Me gusta la idea, mañana iré al partido y domingo salimos al centro comercial.

La noche cayó y Masaki estaba durmiendo placidamente en su cama, en cambio, yo estaba sentada con mis gafas puestas y observando el partido que había frente a mí, la pelota pasaba de un campo a otro y los jugadores parecían cansados.

Johzenji - Fukorodani

El Johzenji llevaba la delantera, mientras que el Fukurodani le pisaba los talones, el capitán del Fukurodani era sorprendente, aunque no estaba segura de si de manera positiva o completamente negativa, estaba confiado de sus capacidades, pero después de fallar un remate parecía que todo hubiera cambiado. El ambiente en la cancha era distinto y parecía que su equipo básicamente hubiera prescindido de él.

- Interesante, parece que él lleve al equipo, pero a la vez parece no ser importante.

Un cojín impactó rápidamente contra mi cara, asustada, giré a ver como Masaki se encontraba sentada y con todo el pelo desordenado- lo siento, estoy muy cansada.

Dejé el portátil con mis gafas encima mientras me acomodaba en mi cama, estaba realmente nerviosa y tenía miedo de fallar en ese puesto.

𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫- 𝐔𝐡𝐬𝐢𝐣𝐢𝐦𝐚 𝐖𝐚𝐤𝐚𝐭𝐨𝐬𝐡𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora