El autobús de la otra prefectura se había detenido justo delante de la entrada, y los chicos empezaron a bajar, observaba a los que había visto anteriormente en la pantalla de mi ordenador con algo de curiosidad.
A mi lado el entrenador y su ayudante estaban dando la bienvenida y los chicos entraban al gimnasio mientras les seguía, sin darme cuenta, vi como un chico de cabellera rubia con un pendiente se acercaba a mí.
- Hola, ¿eres la mánager? -asentí observándolo, Terushima, era el capitán del Johzenji.
- ¿Y tú eres? -disimulé, obviamente sabia quién era, no por algo había pasado horas viendo videos la noche anterior, aunque parecía de los típicos que rápidamente se les sube el ego.
- Pues soy el capitán, debo aparentarlo, ¿no crees? -en su mirada había una sonrisa.
- Supongo que nunca se sabe -seguí avanzando con la intención de cortar la conversación y empezar con mis obligaciones como manager, aunque él pareció tener otros planes en mente.
- Un chico alto y fuerte como yo se puede identificar desde lejos como capitán.
- Claro, si tú lo dices -dije con desgana entrando al pabellón.
- Sabes, pareces una persona desanimada, pero tranquila, porque nuestro equipo es conocido por animar a las personas y los lugares -se notaba que esa charla no terminaba ahí, por lo que opté a voltearme y mirarle con una cara de confusión.
- Disculpa, ¿hablabas? -en su cara se formó una sonrisa, aunque al ser llamado por sus amigos se fue, pero antes me guiñó el ojo.
- Si te molesta mucho no dudes en contárselo al entrenador, se encargará de hablar con el capitán del otro equipo -Ushijima se encontraba a mi lado con su posado serio para empezar a jugar.
- No creo que vaya a más y si eso pasa se lo diré -respondí.
Wakatoshi entró dentro del gimnasio en silencio sin decir nada a lo que yo también entre para empezar mis dotes como manager.
El partido empezó y al lado del entrenador me dediqué a escribir sobre algunas jugadas y jugadores de nuestros equpios y los puntos débiles del otro equipo.
- ¿Que tal te va pareciendo? -el capitán a mi lado preguntó.
- Bueno, me gusta analizar a las personas asi que supongo que tengo muchas personas a las que analizar aqui.
El entrenador dejó una leve risa- Eso está muy bien, definitivamente eres hija de tu madre.
Sonreí un poco mientras elevé mi pelo en una cola de caballo para evitar que me pudiera molestar al observar el equipo.
- Es una pena que tu no puedas, bueno, que no pudieras mostrar el mismo talento que ella físicamente -el entrenador se lamentó.
- Señor prefiero no lamentarme por eso e intentar parecerme en otras cosas, aunque siéndole sincera mi propósito no es ser la copia de mi madre en todo.
El entrenador asintió entendiendo lo que queria decir, no era algo de lo que hablaba mucho pero ir a la misma escuela dónde mi madre fue un prodigio escolar y deportivo era una fuente de presión, la gente soltaba algún comentario ode vez en cuando y aunque no siempre eran malintencionados sumaban a la presión.
- Ushijima está muy calmado, como si supiera seguro que ganará -miré al entrenador.
- Wakatoshi-kun nunca se muestra nervioso antes o durante un partido, supongo que esa es su esencia, algo en su interior se encarga de asegurarle que el siempre será vencedor sin importar lo que pueda suceder.
El partido terminó con la victoria para el shiratorizawa y me encargué de proporcionarles botellas de agua frescas que había rellenado antes y toallas para la sudor.
- Jugué muy bien ¿cierto minako-chan? -Tendo me preguntó con una gran sonrisa.
- Estuvo muy bien Tendo, bien jugado todo el equipo.
- ¿Entonces serás su manager? -El entrenador preguntó a lo que suspiré.
- Supongo que si el equipo me acepta, pero si me prometes que será sin compromiso, que si veo que estoy dejando los estudios muy de lado me dejaran abandonar.
- Bienvenida al equipo Minako-kun -el entrenador me mostró una sonrisa reconfortante mientras tendo me abrazaba.
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- ¿Entonces aceptaste así de rápido? -Minako daba un sorbo a su bebida mientras el ambiente del centro comercial se hacia notorio.
- Me divertí y lo disfruté -sonreí.
- Esto está bien, me alegro por ti, supongo que ahora podre ir a buscarte más a menudo del gimnasio y ver a Semi.
- Me preocupa Isamu, aún no se lo he contado y no se cómo se lo tomará.
- No puede enojarse, es tu vida y al fin y al cabo tu eliges.
- Cierto pero aun así...
- Levántate vamos de compras.
La mañana del domingo pasó rápida y por la tarde me encontraba en el dormitorio de Isamu pasando el rato con él.
- Minako -este murmuró mientras aún tenia su cabeza sobre mi espalda mientras yo estaba sobre su cama leyendo un libro.
- mmmh?
- ¿Porque siempre te apartas cuando intento besarte en público?
La pregunta me descolocó preparándome para contestar mientras me sentaba correctamente evitando su mirada a lo que el cogió mi mentón ay obligó mis ojos a estar al nivel de sus ojos.
- No soy muy fan de mostrar afecto en público, solo eso.
- ¿Y ahora que estamos solos?
- ¿No seria un poco forzado? Yo... aún no quiero -dije incómoda.
- Ya sabes que no llegaría a esos extremos aún -asentí- pero si quiero disfrutar de besar a mi novia.
Isamu no perdió tiempo en sentarme en su regazo y empezar a besarme, no me sentía muy a gusto y él en el fondo era consciente.
- ¿Isamu podemos parar? -susurré- no me encuentro a gusto hoy.
- Tu nunca te encuentras a gusto, siempre me evitas, pero claro abrázate con Satori.
- Se puede saber que estás diciendo, siempre te abrazo.
- Siempre que me acercó a ti me evitas, ni siquiera siento que sea yo tu novio aquí.
- Estás siendo muy injusto ahora mismo.
- No me importa.
Me levanté de su regazo.
- ¿Serás la manager del equipo? -él preguntó y yo asentí- perfecto, solo buscas la atención masculina ¿quien te interesa; Tendo, Ushijima o Semi?
- Se puede saber que estas diciendo, no busco atención de nadie, ya tengo novio eso es infantil.
- Pues tu eres infantil.
- Isamu...
- Lárgate -su voz cortó mis palabras a lo que le mirésorprendida- deja de mirarme y lárgate.
Salí pegando un puertazo.
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𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫- 𝐔𝐡𝐬𝐢𝐣𝐢𝐦𝐚 𝐖𝐚𝐤𝐚𝐭𝐨𝐬𝐡𝐢
Fanfiction- Nunca me podría gustar una persona que carece de sentimientos, alguien tan frío y tan obsesionado con el voleibol, simplemente no podría. Frente a mí, Masaki repetía las palabras que meses antes habían salido por mi boca. - No he cambiado de opini...