06

42 9 0
                                    


Quidditch y el Grosero Malfoy
(Chapter Six)

---DESPUES DE ESE EXTRAÑO EVENTO EN LA ENFERMERÍA, me convencí a mi misma de que solo fue una coincidencia lo que había pasado, y que realmente el jarabe de la señora pomfrey era muy efectivo, claro que la señora pomfrey me habia mirado de forma m...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

---DESPUES DE ESE EXTRAÑO EVENTO EN LA ENFERMERÍA, me convencí a mi misma de que solo fue una coincidencia lo que había pasado, y que realmente el jarabe de la señora pomfrey era muy efectivo, claro que la señora pomfrey me habia mirado de forma muy extraña, pero solo había sido porque tenía algo en el cabello, de todos modos aunque eso hubiera sido real ¿Qué podía hacer yo? No podía hacer nada más que esperar a que algo pasara.

La mañana llegó y con eso la noticia de que las clases de vuelo comenzarían el jueves, Gryffindor compartiría con Slytherin, y yo presentía que algo pasaría en aquella clase además de que estaba muy nerviosa.

A diferencia del Grosero Malfoy que hablaba mucho sobre volar. Era el primero en quejarse en voz alta sobre porque los de primer año
nunca estaban en los equipos de quidditch, contaba largas y jactanciosas historias, que siempre acababan con él escapando de helicópteros pilotados por muggles, que era obvio una mentira.

Pero no era el único: por la forma de
hablar de Seamus Finnigan, parecía que había pasado toda la infancia volando por el campo con su escoba. Hasta Ron podía contar a quien quisiera oírlo que una vez casi había chocado contra un planeador con la vieja escoba de Charles. Todos los que procedían de familias de magos hablaban constantemente de quidditch, bueno casi todos, le verdad es que yo nunca había volado, a si que puse un poco de confianza y seguridad en mi.

Neville era el más nervioso, no había tenido una escoba en toda su vida, porque su abuela no se lo permitía. Tal vez había actuado correctamente, dado que Neville se las ingeniaba para tener un número extraordinario de accidentes, incluso con los dos pies en tierra.

De Hermione ni hablemos porque eso era algo que no se podía aprender de memoria en los libros, aunque lo había intentado. En el desayuno del jueves, les hablo a todos con notas sobre el vuelo que había encontrado en un libro de la biblioteca, llamado Quidditch a través de los tiempos. Neville estaba pendiente de cada palabra, desesperado por encontrar algo que lo ayudara más tarde con su escoba, cuando me pregunto sobre porque no estaba prestando atención, le conteste lo de antes, que volar no se podía aprender leyendo.

Afortunadamente no había vuelta a recibir una carta del tal "Nathaniel", no quería recibir ninguna carta que no sea de Madame Selwyn, y como ella no tiene ninguna lechuza no esperaba que me llegara alguna.

Por otro lado una linda lechuza entregó a Neville un paquetito de parte de su abuela. Lo abrió emocionado y les enseñó una bola de cristal, del tamaño de una gran canica, que parecía llena de humo blanco.

-¡Es una recordadora! -explicó-. La abuela sabe que olvido cosas y esto te dice si hay algo que te has olvidado de hacer. Miren, uno la sujeta así, con fuerza, y si se vuelve roja... oh... -se puso pálido, porque la recordadora súbitamente se tiñó de un brillo escarlata

𝙇𝙖 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙃𝙤𝙜𝙬𝙖𝙧𝙩𝙨 ˡᵃ ᵖⁱᵉᵈʳᵃ ᶠⁱˡᵒˢᵒᶠᵃˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora