Día 1

138 7 1
                                    

Noticia/Diagnóstico

El mundo se detuvo. Las palabras del médico resonaban en mi cabeza como un eco interminable. "Diagnóstico maligno", dijo. Sentí que el suelo se abría bajo mis pies, tragándome en un abismo de desesperación. Mi nombre es Seiya, y en ese momento, sentí que mi vida se desvanecía.

La tristeza me inundó como una ola, arrastrándome en su corriente. Podía morir en cualquier momento, esa era la cruda realidad. Pero lo que más me dolía no era la idea de mi propia muerte, sino la de dejar solo a mi pareja. La idea de que él tendría que enfrentar el mundo sin mí... eso me hacía sentir miserable.

Pasaron unos días antes de que pudiera reunir el valor para contárselo. Cada vez que lo miraba, cada vez que veía su sonrisa, sentía un nudo en la garganta. Finalmente, un día, le conté todo. Le dije sobre el diagnóstico, sobre mis miedos, sobre la posibilidad de que no estuviera allí para él.

Me derrumbé en sus brazos, las lágrimas fluyendo libremente. Sentí su abrazo apretado alrededor de mí, su calor, su amor. Pero también sentí su miedo, su dolor. Le estaba dejando solo, y eso me dolía más que cualquier diagnóstico médico.

- Estaremos juntos en esto - dijo, su voz temblorosa pero firme. - No estás solo, Seiya. Y nunca te dejaré solo-. Sus palabras, aunque reconfortantes, no podían borrar la realidad. Pero por ahora, en sus brazos, me permití creer en ellas.

Ikki se convirtió en mi roca, mi apoyo. Cuidaba de mí, me ayudaba en todo lo que podía. Pero a medida que pasaba el tiempo, una sombra de duda comenzó a oscurecer mi mente. Me sentía como una carga para él.

Cada vez que Ikki tenía que dejar de hacer algo para cuidar de mí, cada vez que veía la preocupación en sus ojos, me sentía culpable. ¿Estaba bien hacerle pasar por todo esto? ¿Estaba bien que tuviera que soportar las calamidades que venían conmigo?

- Estoy bien, Ikki- le decía, tratando de aliviar su preocupación. Pero la verdad era que no estaba bien. Estaba enfermo, estaba asustado, y lo peor de todo, estaba haciendo que Ikki pasara por todo esto conmigo.

Una noche, mientras Ikki me ayudaba a acostarme, las palabras simplemente salieron de mi boca.

- Soy una carga para ti, ¿no es así?- pregunté, mirándolo a los ojos. Hubo un momento de silencio antes de que respondiera.

- No eres una carga, Seiya- dijo con voz suave. - Eres la persona que amo. Y no importa lo que pase, siempre estaré aquí para ti- Sus palabras me dieron algo de consuelo, pero la duda seguía ahí, persistente como una sombra en mi mente.

El tiempo pasaba inexorablemente, y con él, mi salud se deterioraba. Las terapias se volvieron una constante en mi vida, un recordatorio constante de mi condición. Pero había algo más que me atormentaba, algo que no podía compartir con Ikki.

Un día, durante una de mis sesiones de terapia, finalmente lo confesé.

- Siento una culpa inmensa- le dije al psicólogo. - Ikki... él ya ha perdido al amor de su vida una vez. Su novia, Esmeralda, murió en un robo a mano armada antes de que nos conociéramos. Y ahora... ahora va a perderme a mí también.-

Las palabras salieron de mi boca como una cascada, liberando la presión que había estado acumulando en mi pecho. Me derrumbé, las lágrimas fluyendo libremente. Pensar en el dolor que Ikki tendría que soportar... era demasiado para mí.

El psicólogo me miró con comprensión en sus ojos. - Es natural que te sientas así, Seiya- dijo. - Pero recuerda, no estás solo en esto. Ikki está contigo porque te ama, y juntos pueden enfrentar cualquier cosa- Sus palabras, aunque reconfortantes, no podían borrar la realidad.

𝑨𝒏𝒈𝒔𝒕𝒓𝒖𝒂𝒓𝒚 ~ 𝑰𝒌𝒌𝒊×𝑺𝒆𝒊𝒚𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora