𝑨𝒏𝒈𝒔𝒕𝒓𝒖𝒂𝒓𝒚 ~ 𝑰𝒌𝒌𝒊×𝑺𝒆𝒊𝒚𝒂

Día 11

Abuso

[ En esta escena se hablara de abuso, esto no lo hago con intención de ofender a nadie. No contiene escenas sexuales, ya que sólo quise centrarme un poco en los sentimientos de la persona afectada]

Mis párpados se sienten pesados, como si estuvieran cargados con plomo. Intento abrirlos, pero la luz me golpea con una intensidad cegadora. Parpadeo varias veces, tratando de acostumbrarme a la luminosidad. No reconozco este lugar.

Mi cabeza late al ritmo de mi corazón, cada latido es un martillo golpeando mi cráneo. Intento moverme, pero un dolor agudo me atraviesa la cadera. Es un dolor sordo, persistente, que me hace jadear. Me lleva un momento darme cuenta de que estoy en el suelo, en un lugar desconocido.

La confusión me invade. ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué pasó anoche? Recuerdos borrosos de una fiesta flotan en mi mente, pero son solo fragmentos, piezas de un rompecabezas que no puedo armar.

Intento levantarme, pero el dolor en mi cadera me hace caer de nuevo. Me quedo allí, tumbado en el suelo frío, tratando de entender qué ha pasado. Siento un nudo en el estómago, una sensación de miedo y desesperación que me consume.

No sé qué ha pasado, pero sé que algo está terriblemente mal. Y mientras el dolor en mi cadera continúa, una sensación de pánico comienza a crecer dentro de mí. Estoy solo, herido y asustado, en un lugar que no reconozco.

Y lo único que puedo hacer es esperar, esperar a que el dolor disminuya, esperar a que los recuerdos vuelvan, esperar a que alguien venga a encontrarme. Pero por ahora, todo lo que tengo es el dolor y la confusión, y la terrible certeza de que algo malo ha pasado.

Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas, calientes y rápidas. Mis manos tiemblan mientras busco mi teléfono, pero no está. No está en mis bolsillos, no está en el suelo a mi alrededor. Se ha ido, al igual que cualquier sentido de seguridad que pudiera haber tenido.

Con un gemido de dolor, me arrastro hacia la puerta, apoyándome en las paredes para mantenerme en pie. Cada paso es un tormento, pero necesito salir de aquí. Necesito encontrar ayuda.

Mis ojos se posan en los moretones que salpican mi piel, una constelación de dolor que no puedo recordar haber obtenido. Y aunque no recuerdo los detalles, sé lo que sucedió. Lo sé, y el conocimiento es como un puñal en mi pecho.

Siento una mezcla de emociones: miedo, ira, vergüenza, desesperación. Pero más que nada, siento una profunda culpabilidad. 

Pero no tengo tiempo para llorar ahora. Necesito salir de aquí. Necesito encontrar ayuda. Así que, con un último vistazo a la habitación desconocida, salgo a la luz del día, llevando conmigo el peso de lo que ha sucedido. Y aunque el camino por delante es incierto, sé que de alguna manera, debo encontrar la fuerza para seguir adelante. Porque no tengo otra opción. Porque no puedo permitir que esto me defina. Porque, a pesar de todo, todavía estoy aquí. Todavía estoy vivo. Y eso tiene que significar algo.