Día 2

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Hospital

El aire de la sala del hospital es frío y estéril, el rostro del médico es una máscara de profesionalismo. 

— Seiya — dice —tu enfermedad ha avanzado mucho. Me temo que solo te quedan unos cuantos meses de vida. 

Ikki, aprieta mi mano pero no puedo mirarlo. Las palabras del médico resuenan en mi cabeza, esto es una sentencia de muerte ineludible. 

— No hay nada más que podamos hacer —continúa el médico — tal vez lo único que podría ayudarte es estar en un estado de drogas para que no sientas dolor...

Dejamos el hospital en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos. Al llegar a nuestro departamento, las compuertas se abren y ambos comenzamos a llorar. El dolor es abrumador, pero no es solo físico. Es el dolor de saber que nuestro tiempo juntos se acorta, de saber que pronto tendré que decirle adiós. 

— No quiero sufrir, Ikki — le digo entre sollozos — no quiero pasar mis últimos días en un estado de drogas, sin poder reconocerte o recordar los buenos momentos que compartimos juntos. 

Ikki me mira, sus ojos están llenos de lágrimas pero también de determinación. 

—Entonces no lo harás — dice y aprieta un poco más el abrazo. — haremos lo que sea necesario. Si eso significa recurrir a la eutanasia, lo haremos. No te dejaré sufrir, Seiya. 

Y de esa forma, en medio de nuestra tristeza, logramos encontrar un propósito. No podemos cambiar el diagnóstico, Pero podemos cambiar como enfrentarnos a lo que viene. Juntos, comenzamos a buscar, a aprender, a prepararnos para lo que pueda venir. Porque al final del día, de eso se trata el amor: estar ahí en los buenos y malos momentos, sin importar lo difícil que pueda llegar a ser. 

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Me siento frente a mi computadora, la pantalla brillante ilumina la habitación oscura. Mi dedo se deslizan sobre el teclado mientras busco información sobre la eutanasia. Leyes, procedimientos, algunos testimonios... Todo parece tan abrumador. Pero definitivamente es necesario. 

Abro un documento y comienzo a tomar notas. Cada detalle es importante. Cada paso, cada requisito, cada posibilidad. No quiero dejar nada al azar. Quiero estar preparado para lo que pueda venir. 

Después de horas de investigación, decido que es mejor arreglar mis documentos. Lo más importante y el primero en la lista es el testamento. Es extraño pensar en mi muerte de una manera tan concreta, pero sé que es necesaria. Escribo mis deseos, mis últimas voluntades. Es un proceso doloroso y a su vez también liberador. 

A continuación, está el seguro de vida. Llamó a la compañía, explicó la situación. Son comprensivos, me guían a través del proceso. Es un alivio saber que Ikki estará financieramente seguro después de que me haya ido. 

La donación de órganos es la siguiente. Siempre he creído en la importancia de ayudar a los demás, incluso después de la muerte. Lleno algunos formularios, hago las llamadas necesarias. Es un pequeño consuelo saber que, de alguna manera seguiré viviendo a través de otras personas. 

Al final del día, estoy muy cansado. Pero también siente una extraña sensación de paz. Estoy tomando el control de mi destino, estoy haciendo todo lo posible para asegurarme de que mis últimos días sean lo más llevadero posible. Y aunque el camino por delante es incierto, sé que no estoy solo. 

𝑨𝒏𝒈𝒔𝒕𝒓𝒖𝒂𝒓𝒚 ~ 𝑰𝒌𝒌𝒊×𝑺𝒆𝒊𝒚𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora