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Taehyung llegó a su casa a eso de las 10 pm, había sido una jornada de trabajo larga y productiva. Valía totalmente la pena trabajar duro si adelantaba trabajo y Yoongi no lo molestaba al otro día. Si todo iba de acuerdo a los planes de Taehyung entonces mañana no podría ni sentarse cómodamente.

Después de la conversación que tuvo con Jungkook este le había dicho que lo esperaría despierto, no había forma de librarse del pelinegro y sinceramente tampoco es como si quisiera hacerlo. En el tiempo que Tae había compartido con Jungkook notó ciertas cosas de su personalidad y sus comportamientos. Una de las cosas que le quitaba el aliento era lo hormonal y sexualmente activo que el pelinegro podía llegar a ser, culpaba totalmente a lo que Jimin había escrito por esto, pero estaría mintiendo si dijera que no le gustaba como se sentía cuando  encontraba la mirada lasciva, llena de deseo del alfa sobre él.

Sin embargo, esto no evitaba que se sintiera sumamente nervioso a lo que bien sabía vendría a continuación. Anteriormente solo habían compartido algunos roces, besos subidos de tono acompañados de manos inquietas que no dudaron en explorar toda la piel del contrario que tuvieran a su alcance pero hoy irían mucho más allá.


Con un poco de desilusión creyó que  todos estaban dormidos pero gran fue su sorpresa al encontrar una manta en medio de la sala de estar y lo que parecía ser una cena romántica.
— ¿Te gusta?— Escuchó mientras unos brazos lo abrazaban por la espalda y un suave beso era dado en su nuca.

—¿ Es para mí?— Preguntó, aún sorprendido por lo bonito que se veía todo.

— Por supuesto que lo es. Cariño, se que te mereces mucho más pero fue todo lo que pude organizar en tan poco tiempo.

—Así es perfecto. Gracias Kook.— Pronunció mientras se giraba encontrándose con esos hermosos ojos negros que lo veían como si fuera lo más preciado en el mundo.
Sin poder aguantar un segundo más, Taehyung unió sus labios junto con los del azabache que día a día lo enamoraba más y más.

Poco a poco el beso fue tomando profundidad y cuando Jungkook chupo el labio inferior de Tae y este soltó un pequeño gemido el pelinegro supo que debía parar o todo lo que había preparado se iría por la borda.

—Ven cariño, seguro tienes hambre.— Pronunció para seguidamente tomar la mano del castaño y guiarlo hacia la manta. 

GROW A BOYFRIEND AU KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora