Aquella nueva salida no había sido como la familia esperaba, los hermanos Manobal Kim tuvieron que regresar primero en el auto mientras Jennie y Lisa regresaban caminando, seguían discutiendo por lo que había pasado y ninguna quería cambiar su opinión.
_No puedes dejar que Leo ande por allí siendo un lobo, estamos en la ciudad! - Jennie respondió con enojo - ¿No entiendes que lo pueden ver?
_Se cambió en el baño, no en la calle. No puedo decirle a nuestro hijo que reprima lo que es. Nuestros hijos mayores lo hicieron! ¡¿Por qué él no?! - respondía Lisa.
_Por que han salido más videos sobre teorías de hombres lobo. ¿Quieres que nuestra familia esté en peligro?
_¡Eso solo son tontas teorías que se inventa la gente perezosa que busca fama! ¡Ningún vídeo que sacaron es real! - seguían caminando en la oscuridad de la noche - Leo merece disfrutar y estar orgulloso de lo que es, no sentir temor.
_Pero es peligroso, Lisa.
_Entonces le enseñaré a ser precavido, no a reprimir lo que es.
_Lo dices como si fuera tan fácil, no sabes lo que es capaz un humano. El ser humano podrá ser más débil, pero es más despiadado también. No puedo creer que te preocupe más tu raza que la bienestar de nuestra familia.
_¡NADA ES MÁS IMPORTANTE QUE MI FAMILIA! - Lisa encaró a Jennie, furiosa - que lo pongan en duda...no se lo permito a nadie, ni siquiera a tí, Jennie.
Lisa siguió su camino y Jennie suspiró, sabía que a Lisa no le gustaba discutir, le afectaba mucho.
O al menos sus hijos no creen que eso es una discusión, habían visto verdaderas discusiones en los padres de algunos compañeros. Pobre de ellos.
_Lisa - fue tras ella.
_No quiero hablar ahora - respondió sin girar a verla - estoy muy molesta contigo.
_Si estás molesta conmigo, ¿Por qué te quedaste porque no quería subir? Te dije que llegaría a casa sola.
_Que esté molesta contigo no significa que deje de amarte - respondió a la defensiva - es de noche, no te iba a dejar sola.
_Sabes que puedo cuidarme, ya no soy una humana común.
_Podrías tener los poderes más fuertes - giró a ella - podrías ser la más poderosa del mundo o ser incluso una diosa, pero siempre estaré a tu lado para cuidarte, así me hagan mierda, estaré a tu lado porque me preocupo por tí, Jennie - siguió su camino - y ya no me hables que sigo molesta.
Jennie suspiró, pero aquellas palabras le habían hecho sentir lo especial que era para Lisa. Metió sus manos a su bolsillo y caminó tras ella.
_Perdón por lo que dije, sé que nos amas mucho, no tengo dudas, solo lo dije porque estaba enojada y fuí una idiota.
Lisa no respondió, solo abrió su mano y movió sus dedos, en señal de que la sostenga. Jennie sonrió levemente y entrelazó sus dedos, caminando como una linda pareja.
_No te llames idiota - Lisa seguía con los ceños fruncidos - y sobre el tema de nuestro hijo, lo hablaremos con más calma, ¿Sí? - Jennie asintió - no me gusta discutir contigo.
_A mí tampoco me gusta - Lisa giró a verla - perdón por gritar.
_Está bien, ya hasta había olvidado como gruñías, hace mucho no lo hacías - ambas rieron.
Jennie se acercó, besando cortamente sus labios. Ambas sonrieron al separarse y regresaron a casa.
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