Un suceso extraño estaba pasando en la ciudad. Un desconocido héroe había aparecido en medio de muchos robos, había detenido a los malhechores y los había dejado inconscientes antes de que la policía venga.
Lo que llamó la atención de Jennie y Lisa, fue el último caso, en que el ladrón pudo hablar antes de ser obligado a entrar a la patrulla al estar rodeado de periodistas.
"Tiene garras y colmillos"
Jennie y Lisa habían estado hablando, quizá solo era un hombre que usaba un disfraz, como el personaje de Batman que usaba de referencia a un murciélago. Pero al ver las fotos que Lisa había conseguido, vieron al ladrón con un gran rasguño en uno de sus brazos.
Ahora estaban allí, en medio de la sala. Ambas madres estaban de brazos cruzados de pie frente a sus hijos. Los menores estaban sentados en el sillón y no sabían qué responder, solo cruzaban miradas, como analizando si alguno de sus hermanos sabía algo.
_¿Nadie sabe nada? - preguntó Jennie seriamente - su madre interrogó al ladrón esta mañana. ¿Sabes que dijo?
_Que aquel personaje tenía garras reales y ojos rojos - continuó Lisa - no supo si era hombre o mujer porque lo atrajo de un jalón a la oscuridad del callejón. Dijo que su fuerza era tanta que lo lanzó contra el contenedor con una sola mano y allí quedó inconsciente.
Nuevamente silencio.
_¿No van a hablar? - Jennie estaba perdiendo la paciencia.
_Yo no sé nada - Lía respondió - nunca he peleado, saben que me da miedo y lo evito.
_Yo tampoco sé algo - pronunció Félix - ya muchos problemas he tenido con la policía por mis...travesuras en las estafas. No quiero más problemas.
Jennie giró a ver a Yoongi, el de inmediato se puso nervioso por la mirada de su madre y comenzó a negar.
_¡Yo no sé nada! ¡Lo juro! - Jennie lo analizaba - sé que he tenido muchas peleas en la universidad, pero jamás he peleado con un ladrón. Ellos pueden tener pistolas, y no somos inmunes a eso. No me arriesgaría solo por creerme un héroe.
Todas las miradas fueron a Pepito.
_Yo no fuí.
Fue suficiente para que sus madres le creyeran.
_Lisa - Jennie giró a ella - ¿No eres tú? A tí no te gusta la injusticia y eres muy impulsiva.
_Era impulsiva en mi adolescencia - respondió indignada por su acusación - además soy policía. ¿Por qué me ocultaría?
_Tienes razón - la castaña estaba pensativa - si me están mintiendo - miró a sus hijos - si uno de ustedes es ese héroe, no podrá salir en un mes entero, no tendrá comunicación con el exterior y será la o él encargado de hacer todos los quehaceres, incluyendo lavar la ropa de TODA la familia. ¿Entendieron? - preguntó con voz dura.
_Sí, mamá - asintieron.
_Ya lo hemos hablado - continuó Lisa, más calmada que Jennie - no somos inmunes. Que seamos lobos no significa que somos inmortales. Podemos sanar de disparos, pero si una bala llega a tocar el corazón, de eso no podrán sanar. No es que no queramos que ayuden a alguien, pero es muy peligroso. Entiendan ese punto, ¿Sí?
_Sí, mamá - sus hijos asintieron, con miraba baja.
_¿Yo sí pode ser superhéroe? - Leo sonreía sentado en medio de sus hermanos - pero salvar muchos animaes.
Jennie sonrió, cargando al menor.
_Quizá puedas ser rescatista - besó su mejilla - eres mucho más fuerte que un buey. Sería un buen trabajo.