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Katherine se arreglaba para el baile de máscaras cuando Camille llegó con un par de humanos para que ambas pudieran alimentarse. La de ojos azules había pasado días desaparecida.
— Volviste por fin, vi a Damon destruido y ebrio por las calles— dijo Katherine— supongo que es una obra tuya.
— Supe que mataste a la rubia del hospital— respondió Camille— ahora es vampiro. Supongo que ambas nos divertíamos. Molesta a quien quieras pero déjame en paz a mi.
— ¿Puedo molestar a quien quiera?— preguntó Katherine— ¿Incluso a Damon?
— Deja a Damon, es mi entretenimiento y sabes que no me gusta compartir— respondió Camille.
— Eso pensé— murmuró— parece que los Salvatore aún nos importan.
— Mataste a la rubia así que ahora estamos en guerra con los de aquí— cambió el tema Camille.
— No importa, no pueden vencernos— respondió Katherine— iremos al baile hoy.
— La niña Gilbert y su amiguita la rubia tienen una bruja de su lado— dijo Camille.
— Hermanita ya lo solucione mientras tú te tomabas tu retiro espiritual.
— ¿Que hiciste?— preguntó Camille,
— Nada malo, solo hice que las hermanitas Pierce también tuvieran su bruja.
— Llamaste a una de tus amigas— dedujo Camille.
— Si eso es justo lo que hice— respondió— de echo has estado muy atrasada, tu hermana menor ha tendido que hacer todo el trabajo sucio.
— ¿Tienes la piedra?— preguntó Camille.
— Aún no pero Masón ya la encontró y me la dará pronto— respondió.
— Casi tenemos todo, el lobo, el vampiro y casi tenemos la puedra... casi terminamos.
— Llamaré a Masón para que traiga la piedra— dijo Katherine.
Ella llamó y puso el altavoz.
— Masón, debiste llegar hace una hora— dijo al teléfono.
— No podemos esperarte toda la vida querido— dijo Camille.
— Soy otro muñeco— respondió Damon al teléfono.
— Tu entrometido ex novio otra vez— dijo Katherine molesta.
— Pásame a Masón, Damon— ordenó Camille.
— Ya murió... verás dijo que estaba con Katherine y que ella lo amaba lo que no me importó en lo absoluto pero después dijo que había disfrutado de ambas hermanas Pierce un par de veces, perdí el control y le quité el corazón.
