┈─ㅤㅤ 𝗧𝖮 𝖲𝖤𝖤 𝖸𝗢𝗨 𝖠𝖦𝖠𝖨𝗡

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ㅤㅤㅤㅤENZO ESTABA ansioso, sus manos sudaban, su cuerpo temblaba, sentía como su boca se iba secando de a poco y el cómo miraba a su alrededor, intentando encontrar a aquella persona que lo mantenía flechado desde ya hace meses.

── Che, ¿En serio veniste? ── Se dió la vuelta y observó al menor, quien lo miraba incrédulo al tenerlo ahí.

Soltó un suspiro algo frustrado de que el ajeno realmente no haya creído que estaba flechado. ── Ya te dije Felipe, él realmente me gusta, desde que lo ví en ese accidente. No pude sacarmelo de la cabeza.

Felipe Otaño, quien llevó su mano hacia su cabellera, rodando los ojos y soltando un simple; "Si vos decís..." Era el cómplice de este hombre adulto que no sabía acercarse a la persona que amaba.

── Solo te digo una cosa, viejo. ── Se acercó de manera amenazante al mayor, apuntandolo de manera acusadora y frunciendo su ceño. ── Si llegás a lastimar a mi nene. Te juro que haré de todo para hacerte sufrir, ¿Entendido?

Enzo parpadeó varias veces en silencio, asintiendo de manera rápida como si de una película de comedia antigua se tratase.

── ¡Bien! Si eso es todo, me voy. Chaito Enzo.

El hombre observaba como el alumno se iba de manera alegre, ignorando totalmente que lo había amenazado de posiblemente a muerte.

‹ Los jóvenes de hoy en día están cada vez más locos. › Pensó negando con la cabeza, y así comenzar su caminata hacia las oficinas del director, quien lo presentaría junto a otra profesora, delante el nuevo curso que le tocará dar clases.

Llegó a la puerta, tocó solo tres veces y un; "¡Adelante!" Se hizo escuchar, abriéndolo con lentitud y observando a los de tercera edad sentados frente a frente. ── ¡Pero si es el nuevo profesor! Por favor siéntese.

La mujer le corrió el asiento para que Enzo se siente a un lado suyo. Él, incómodo, terminó aceptando la orden de la mujer, notando como esta le intentaba coquetear de manera descarada delante del director, el cuál sonreía cansado ante la actitud de la mujer.

── Rocío por favor comportese.

Pidió el hombre más mayor, levantándose de su asiento y haciendo señas para que los dos, Rocío y Enzo, lo siguieran.

── Muy bien señor Vogrincic, te llevaremos a tu primera y principal clase, ¿De acuerdo? ── Enzo asintió sin omitir ningún ruido, temía que si hablaba la mujer se pondría más insoportable.

No caminaron mucho hasta al fin llegar delante de una puerta, la cuál el director abrió con total seguridad y se adentró, siendo seguido por la vieja y por último, Enzo.

── ¡Buenos días alumnos! ── Escuchó como el adulto saludaba y seguido de eso, el gran bullicio de los estudiantes correspondiendo el saludo.

Levantó la cabeza para observar a sus nuevos alumnos y logró verlo a él, al chico que se mantenía en su cabeza sin descanso alguno.

Matías Recalt, su cabello desordenado y largo, esa camisa con dos botones desabotonado junto a su ropa totalmente desornedada, ojos los cuales él los veía como el mismo universo por lo mucho que brillaban, piel perfecta ante sus ojos, labios colorados y esponjosos que hacían que Enzo babeara por las ganas de probarlos y aquella diminuta sonrisa que lo hacía desmayar.

Enzo sentía que con solo verlo por unos segundos, Matías era el único existente para él, el único que merecía de sus suspiros de un tonto enamorado.

── Muy bien, hoy llega su nuevo profesor de Artes. ── Logró escuchar Enzo, notando como el hombre le daba señas para que se presentara.

Soltó un suspiro nervioso, dió dos pasos hacia adelante y levantó la mirada, mirando de manera seria y segura a los estudiantes. ── Muy buenos días estudiantes, mi nombre es Enzo Vogrincic, seré su nuevo profesor de Artes y espero que podamos tener una gran relación de profesor y estudiante.

La terminar de hablar escuchó nuevamente el bullicio, pero a Enzo aquello no le importaba, él solo observaba como aquél chico del cual estaba tan enamorado solo lo miraba a él, con su cabeza ladeada y una pequeña sonrisa.

Enzo sabía que el director y otro estudiante habían hablado, pero no escuchó absolutamente nada, su mente solo pensaba en ese chico terco amante del mate.

Sus ojos chocaron con los de él, no sabía que hacer al ser atrapado mirándolo, lo único que atinó fue a morderse los labios y desviar su mirada, fingiendo no sentir la ahora sorpresiva mirada del Recalt.

── Muy bien chicos, tanto yo como su nuevo profesor nos iremos para que comience con su clase junto a la profesora Rocío. ── Todos se quejaron, nadie deseaba que aquella mujer les hiciera clase.

Enzo no sabía porque tanto odio hacia aquella mujer, sabía que era algo insoportable y se lo había hecho saber apenas llegaba.
Prestó atención al escuchar como Felipe, el chico que lo ayudaba soltar un; "¡Que se vaya la que le coquetea sin descaro a mi amigo Matías!"

‹ ¿Ella le coquetea a mi Matías? › Frunció su ceño escuchando como todos apoyaban al Otaño, quien sonreía divertido y Matías quién solo mantenía su cabeza pegada a la mesa.

── ¡Silencio a todos! ── Gritó el director nuevamente. ── Más les vale no hacer desorden y prestar atención, ¿Entendido?

Nadie respondió, solo hubieron asentamientos leves y director aliviado comenzó a caminar hacia la salida. ── Vamos joven Vogrincic, dejemos que la clase comience.

Enzo no se quería ir, no quería que esa mujer mirara al menos un segundo a su chico, sentía como su sangre hervía por los celos y solo se dignó a aparentar sus puños, sonriendo falsamente y acercándose a la salida.

Dió una última mirada al jóven Recalt y nuevamente sus ojos chocaron con los de él, le sonrió y se fue de ahí.

Tocó su corazón ya afuera de manera disimulada, sonrió como un bobo y siguió su día, sabiendo que ahora Matías Recalt sabía de su existencia.









teacher's petㅤㅤ𖥔ㅤㅤenzo&matiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora