Quizás baste una duda:

1 0 0
                                    


Regálame una duda, un instante muerto, la certeza de que estoy vivido mientras trato de convencerme de que la muerte tardará en venir.

Regálame una noche de atención, conversaciones llenas de pasión y un maravilloso final que deje extasiada nuestra despedida. No te pido más y no pienso entregarte menos que mi yo en su totalidad; quizás no es mucho,

pero, es lo suficiente como para hacerte entender que sin ti la luna no brilla, que las llamas se enfrían y los ríos pierden su amabilidad.

Regálame una duda, un sueño a medias, un abrazo sin fuerza y un te quiero sin entusiasmo porque yo me encargaré de poner todo lo que haga falta para volverlo genuino, y así te den ganas de quedarte un rato más. 

Boulevard de las baladasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora