Desconocidos con recuerdos:

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Pasamos de serlo todo a ser dos extraños que no se miran a la cara por temor a que el pasado les hable. Pasamos de decirnos todo a decirnos un "hola" más mudo que aquella "h" que inicia nuestro saludo; y Sí, alguna vez fuimos todo lo que nos desvelaba y ahora somos todo lo que

ignoramos, fuimos todo lo que nos gustaba y aún nos sigue gustando pero no lo aceptamos por orgullo y necedad, o quizás para no hacernos más daño.

Pasamos de serlo todo, pasamos de todo. Ahora todo nos da igual, y más cuando se trata de saber uno del otro. Todo lo que te decía te causaba

alegría, ahora todo lo que te digo te causa disgusto o indiferencia; me gustaba saber todo lo que hacías, ahora saber todo lo que le haces me causa amargura y agonía.

Pasamos de serlo todo, así, como un átomo, como un estímulo o como una ideología... ahora somos nada, dos átomos más en nuestra galaxia,

estímulos incapaces de recrear gratas emociones e ideologías carentes de

bases y fundamentos al haberse desviado de su razón de ser por no apreciar y entender (aprender) lo que es, lo que quiso ser o lo que un día fue. 

Boulevard de las baladasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora