El frío invierno dejaba una hermosa capa blanca de nieve sobre la pradera, los árboles habían dejado atrás sus hojas, quedando con las ramas negras al desnudo pero eso solo lo hacía más mágico a aquella pradera. Sin darse cuenta, sus botas negras quedaron embarradas de nieve cuando comenzó a correr en busca de su amigo.
Sus mejillas rojas debido a la pequeña carrera que hizo para llegar a la pradera y su nariz del mismo color debido al frío, no podían ocultar su gran sonrisa divertida mientras seguía corriendo por el paisaje.
"Ya, salgan de donde estén, se hace tarde." su voz melodiosa se entrecortaba con su respiración. Sus ojos divertidos se pasearon por todo el lugar buscando a dos figuras conocidas. "¡Ey!"
Su risa se ahogó cuando recibió una bola de nieve en toda la cara. Ella movió sus manos y la nieve comenzó a levantarse para hacer diferentes bolas de nieve, se puso en forma de ataque nada más incorporarse. Distinguió una silueta oscura correr de un tronco a otro y lanzó la nieve ante de que la persona pudiera protegerse.
"Eso no vale, usas tu magia." se quejó una voz masculina, y el rostro borroso de un joven sobresalió para mirarla acusatoriamente."Yo las hice con mi mano, eso es claramente una trampa."
"Lo siento, vi la oportunidad y la aproveche." rió tapando sus labios, viendo como uno de sus amados estaba completamente cubierto de nieve.
"¿Te parece gracioso? ¡Levicorpus!" él otro agito su varita hacia ella, haciendo que se eleve de sus tobillos, quedando boca abajo.
Ella no lució enojada, si no que, comenzó a reír más fuerte, su cabello dorado estaba despeinado y flotando hacía abajo. Lentamente su amado se acercó a ella, tomando sus mejillas con sus cálidas manos. Ambos se vieron a los ojos por unos segundos. Acortaron poco a poco el espacio entre ambos.
"Liberacorpus." Susurró él, haciendo que ella cayera sobre sus brazos, ella se abrazó a su cuello, acercando su rostro.
Oh, cuánto amaba ella esa mirada, esa mirada hipnotizante, llena de amor y a la vez de oscuridad. Una mirada que le decía "destruiré el mundo por tí".
"Eres tan hermosa Isabella Malfoy."
Y sus labios se conectaron, haciendo que su alrededor desapareciera por completo, llenando de oscuridad el paisaje. La mujer se apartó de los labios del hombre, y volteó el rostro para mirarlo.
"Hora de despertar, Draco."
Abrió sus ojos, confundido, era la primera vez que veía un recuerdo de Isabella tan nítido y feliz. Se quedó observando su habitación caliente, la chimenea se encontraba con marcas de fuego en la fina madera, igual que todo el piso cubierto de cenizas. Aún somnoliento, caminando entre sueños y la realidad, fue levantándose para sentarse sobre su cama. Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver como toda la sábanas estaban carbonizadas, con temor miró el lugar donde dormía; las sábanas quemadas, las almohadas hechas cenizas, la madera de su cama calcinada y los doseles habían quedado desechos.
ESTÁS LEYENDO
Herencia Maldita
FantasyLas cosas cambian, el camino comienza a torcerse y el perfecto mundo de Draco Malfoy cambia radicalmente cuando se presenta como un omega a los 12 años. Y se dará cuenta de que no solo cargará con ser el único omega en su familia, si no también recu...