Hola, lamento mucho la tardanza en publicar un capítulo, como tenía exámenes, entonces tuve que dejar de escribir uno de los capítulos. Pero sin más, vamos al capítulo.
Espero que lo disfruten.
Dos días pasaron desde que entró a Grimmauld Place, había recibido una carta de su madre en el cual le había dicho de todo, desde mentiroso, descuidado, imprudente, y lo que le hizo reír a Draco fue que luego su madre le había dicho que igual lo amaba y esperaba que pasara un buen año nuevo, además de que le había enviado dulces de manzanas y un hermoso broche de oro con forma de serpiente con una esmeralda hermosa.
Draco se había cortado el cabello la última vez que lo había crecido por una pesadilla, ahora tenía el cabello hasta los hombros, se hizo dos pequeñas trenzas para dejar su rostro libre de pelo, las trenzas estaban bien sujetas con el broche de oro. Luego de retocar nuevamente su cabello, decidió salir de la sala común de slytherin para ir al gran comedor, se acomodó en la mesa de su casa, tomando el pastel de manzanas y se sirvió un jugo de calabaza.
"Por fin." Levantó su cabeza mirando como Isabella se encontraba sentada a su lado, si no era un fantasma, la había abrazado con fuerza. Hace mucho que no la veía, hace mucho que no escuchaba su voz, la había extrañado demasiado.
"¿Dónde estabas?" Preguntó en un susurro, para luego cortar un pedazo de la tarta para luego llevar el tenedor con la tarta a su boca.
"Pérdida en tus memorias." Fue lo último que dijo antes de volver a desaparecer. Suspiró con pesadez, no entendía a Isabella, además de que en los últimos días no la había visto y ya se había acostumbrado a su presencia, pero parecía que cada vez que se encontraba cerca de descubrir sobre ella, ya no la podía ver.
Dirigió una mirada hacía la mesa de gryffindor, encontrando a los tres leones hablando con mucha energía, rodeado de otros amigos que se reían de algunos chistes que alguien había contado. Miró su propia mesa, los únicos que se encontraban sentados en su mesa eran algunos slytherins de otros años, además de Crabbe y Goyle quienes lo miraban mal, al igual que los otros, todo por empezar a conversar con Hermione Granger y un Weasley.
Apartó su plato, tomó una manzana verde para luego levantarse de su sitio para comenzar a caminar rumbo a la salida. Debía ir al bosque prohibido, la única complicación que había es que los profesores se encontraban vigilando siempre a los alumnos y no se podía salir de los terrenos del castillo mientras se encontraban pasando las fiestas.
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"¿A qué debo tu visita, Draco?" Fueron las primeras palabras que escuchó de Severus apenas dio tres toques a su puerta. Snape se hizo a un lado para dejar pasar a su sobrino, quien se volvió a arreglar el cabello para luego sentarse en uno de los sofás que tenía para él.
"Sé que te he guardado secretos estos últimos meses, pero necesito tu ayuda." Aquello hizo que su padrino levantara una ceja luciendo curioso. "Necesito entrar al bosque prohibido."
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Herencia Maldita
FantasíaLas cosas cambian, el camino comienza a torcerse y el perfecto mundo de Draco Malfoy cambia radicalmente cuando se presenta como un omega a los 12 años. Y se dará cuenta de que no solo cargará con ser el único omega en su familia, si no también recu...