El estrés de vivir en una ciudad tan ajetreada puede hacerte tomar decisiones tan impulsivas como irte de vacaciones a una isla completamente extraña sin saber absolutamente nada de ella.
Tienes dinero, lo puedes hacer todo ¿A quien no le gustaría...
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-Bien, ¿Qué tienen para decirme?- los tres jóvenes ya hacían sentados en la cubierta de el mediano yate, estaban en forma de un triángulo, quedando más cerca los dos japoneses y el taiwanés solo. De fondo se escuchaba el como las olas rompían en el frente de la proa, el sonido era realmente relajante y el viento era suave y refrescante.
-Pues... Cómo lo digo..- Harua algo dudoso empezó la oración, pero realmente solo salieron unas pocas palabras y ya después no se formularon más de ellas.
-Yasuho-san nos comentó sobre esta isla, dijo que iríamos a un lugar inimaginable y que en ésta isla encontraríamos a seres que ya estaban al tanto de nuestra existencia.- Yuma ya algo decidido exclamó sin miedo ni titubeo la verdad de κοράλλια.
Yixiang se quedó en blanco, procesando lo que le habían dicho, tratando de comprender una y cada una las palabras escuchadas.
-¿Seres? ¿A qué te refieres con "seres"?- apoyó sus codos en la mesa pequeña que se encontraba en medio de los tres, mientras pasaba sus manos por el rostro; completamente frustrado.
-Yo tampoco se que son esos seres, pero supongo que son criaturas, aunque me deja con mucha intriga que se refiriera a ellas como seres en vez de personas o humanos...en fin, eso fue lo único que nos dijo Yusuho-san, cuando tratamos de que nos comentara más solo dijo que cuando llegáramos sabríamos a qué se refería.- el tono en el cual relataba Nakakita era realmente creíble, así que Nicholas no le siguió haciendo preguntas.
-¿Y tú? ¿Sabes algo de la isla?- Harua, quien había estado muy callado saltó con un pregunta, llamando la atención de los otros dos presentes.
-Solo sé su ubicación..Bueno creo que ni eso se muy bien porque no entiendo en amplitud el mapa.. Pero además de eso no tengo saber previo de a dónde nos estamos dirigied- - su hablar se vió interrumpido por un gran estruendo y un terrible movimiento de el barco. El ambiente dió un cambio escalofriante, el oleaje era temible, zangoloteaba todo el barco, casi era predecible que alguno de los tres saldría volando por los fuertes movimientos además que el viento era fuerte, parecía que se avecinaba una fuerte tormenta.
El olor de todo el aire había cambiado a un olor desagradablemente salado, tanto asi que cuando aspirabas tus pulmones ardían por lo irritante que era ese fuerte olor. Todo daba mala espina, no era algo muy bueno, se sabía que sucedería algo trágico.
-¡¡Chicos, rápido!! ¡¡Entren a la cápsula, estamos entrando en mar bravo!!- el marinero, quien tenía por nombre Yusuho, indicaba algo agitado que entraran a una especie de cápsula. Esta estaba por la parte posterior de el barco, tenían que bajar unas escaleras -no tan extensas- y adentrarse en ese lugar, era como un submarino pues esta parte quedaba por debajo de el agua pero habían vidrios blindados que les permitía ver a las afueras de el yate. Además de que había un no tan grande ventanal en la puerta por donde se entraba desde la parte de arriba.
