𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒃𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓𝒔 𔘓𓂃 ࣪˖ ִֶ

°.Cap 20.°

Alexandra pov's:

¿Qué haces cuando te están coqueteando?

Yo solamente estoy tiesa, ni se que decir. Zack me está diciendo unas cosas muy lindas a mi parecer, pero él a mi no me gusta..

¿Qué demonios hago?

—Escucha preciosa- —hablaba Zack hasta que una voz que conozco bien interrumpió

—Ella ya sabe que es "preciosa" así que déjala tranquila Zack —dijo Edmund llegando a donde estaba— La incómodas

—¿Tu que te metes Pevensie? —hablo Zack molesto

La rivalidad y odio entre Zack y Edmund, se sentía y olía a KILÓMETROS. Esa tensión lo nota cualquiera

—Me meto lo que quiera, a las finales Ale vive conmigo, así que déjala tranquila de una maldita vez —dijo Edmund del mismo modo que Zack.

—¿Y si no qué? —dijo Zack acercándose a Edmund.

—No querrás saber. —Dijo Edmund.

—Ya basta! —Al fin hablé.— Un día que no se insulten? No puede haber o que?!

—Linda es que el-

—El nada! —interrumpí a Zack— Tanto tu como el parecen perros y gatos. Ya me harte de esto. —dije para después irme y dejarlos solos.

—Oh Pevensie, mira lo que logras —Escuche decir a Zack mientras me iba.

—Yo que?! —fue lo último que escuche porque me metí a la casa dando un portazo fuerte—

—Ahora que paso linda? —me dijo Helen.

—Tu hijo, y Zack están que se gritonean —dije yo—

Helen ríe — No es novedad. ¿Pero porqué será? —dijo fingiendo curiosidad.

—La verdad no lo sé —dije frustrada.

—Ay, como no te das cuenta.. —dijo Helen para después dar palmaditas en mi hombro.

—Ay mi Lexy —dijo Peter bajando las escaleras para después llegar a donde estábamos— Los traes locos

—Rubio, no empieces—dije volteando a verlo

—Es la verdaaad —dijo Peter— Edmund está celoso

—Ush-

—Idiota —dijo Edmund entrando dando un portazo

—Y hoy es el día de los portazos! —exclamó Helen

—Esa bocaaa —dijo Peter

—Zack es un tarado, no lo soporto —dijo Edmund

—La verdad, no los entiendo —dije yo estresada.

—Celossss —dijo Peter

—¿Qué? Pff no —dijo Edmund rápidamente con una mueca

—Uy aja —Dijo Helen.

—¡Mamá! —se quejó Edmund.

—Yo no dije nada —respondió Helen sonriendo.

[...]

La noche era hermosa, las estrella y la luna. Tenía una vista perfecta, el silencio hacia todo aún más perfecto. Me gustaba ver los paisajes, era algo precioso, los colores y las nubes, ahora solo era un color azulado oscuro, con estrellas, pequeñas nubes casi no notorias y la luna que brillaba sin cesar.