Después del pequeño infarto al llegar tarde al instituto y la increíble frase que se me quedó grabada de Ámber, "Buenos días jirafa", me tocaba música, una de las asignaturas que más adoraba pero a la vez más odiaba, y no por la flauta, que se me da genial, si no, por la maestra que tenemos en clase, es maja en cierto sentido, pero de alguna manera u otra siempre lograba sacarme de quicio, a mi o ha cualquiera de la clase, después de copiar un tremendo texto que hablaba sobre el día de la música la profesora nos mando hacer un trabajo por parejas para la próxima semana, en cuanto la profesora dijo "por parejas" Amber no dudo ni un segundo en agarrarme del brazo y decir -Yo voy con Amelia profesora. Yo obviamente no me queje y dije que perfecto, la profesora nos dio un tema a cada y grupo y después empezamos a hacer bocetos de cómo sería nuestro trabajo... Entre mil risas con Ámber y de dibujos de cómo sería el trabajo empeze a darme cuenta de todo... Realmente me gustaba Ámber... Pero a un así sentía que me faltaba algo... Y tal vez ese algo era luz... El caso es que teníamos que hacer ese trabajo, a si que estuvimos quedando durante toda la semana para hacer el trabajo y cuando por fin lo terminamos nos pusimos manos a la obra con las sudaderas, ya tenia todos los materiales comprados y realmente fue genial, empezamos haciendo la suya porque ella es la pequeña y pues como dice un refrán los pequeños van primero, como me dió de consejo Adira, empezamos a dar besitos de pruebas con pintura en los labios a papeles, para ver si salía bien la forma y ver si quedaban bien, después de un rato ya habíamos terminado una capa y decidimos darnos un descanso, en ese momento estábamos en casa de mi hermano, y se iban a dar una vuelta con mis sobrinos y mi cuñada, por lo tanto nos quedabamos solas en casa, yo me tumbe en el sofá del salón; -Estoy reventada de dar besitos a una sudadera, ¿Tú no, caniche? -Un poco la verdad, entre el estúpido trabajo y las sudaderas... -Oye pero las sudaderas molan ¿eh? -Eso no te lo niego jirafa... -Ven anda pequeña Caniche. Después de eso se lanzó a mis brazos y empezamos a jugar a pegarnos con las almohadas mientras nos reíamos a más no poder... Tenemos un vínculo tan bonito y especial... Nunca me perdonaría si la perdiera tan pronto... Yo... Yo la amo. De pronto ella me abrazo super fuerte y me susurró al oído "Te amo" seguido de eso me dió un pequeño beso en el cuello, es muy mona la verdad.
Al día siguiente en el instituto ya íbamos de la mano por cada pasillo, tal vez ese día, 17 de noviembre, nos unió más, o tal vez fue el dia en el cual sellamos lo nuestro como una relación de verdad, sea lo que sea que había pasado nos habia vuelto mas inseparables y más... ¿Novias? No lo sé, pero me encantaba, y todavía no me lo creo, su sudadera ya estaba lista para lucirla, ahora faltaba la mía. Al entrar en clase note a Samantha un pelín rara, estaba emocionada y a la vez nerviosa, tenía mis dudas a si que fui a preguntarle mientras Ámber estaba hablando con unos amigos, -Ey Samantha ¿que tal? -Eh... Bien, bien, gracias. -¿Te pasa algo cierto? -Es difícil de explicar... -¿No tendrá que ver con Melani no? -Eh... ¿No? -Lo sabía, venga suéltalo todo Samantha. Después de una gran charla a la que más tarde se acoplo Ámber, Samantha nos confesó que le gustaba Melani, y ahora me tocaba a mí ayudarla, y obviamente lo haré. Pero a mí manera.
Samantha me sonrió al escuchar que le ayudaría y me dijo que lo primero era averiguar cómo verla por las tardes y su horario de clase, eso era un poco de... Da igual, yo la ayudaré. Después de un poco de espionaje y de llegar tarde a clase ya teníamos el horario entero, en los recreos Melani venía con nosotros a si que siempre Ámber y yo tratábamos de dejarlas solas y pues... Al final acabo pasando, se dieron un pequeño beso y se confesaron ambas, sin duda estaba todo genial, y como ella me ayudó mucho a mi con Ámber pues yo la ayudaba a ella también, solíamos salir por las tardes para ver la casa de Melani de lejos o esperar a que abriera la ventana, que romántico, sin duda me encantaba ayudar a formar parejas, ya habia conseguido que Nicolás estuviera con Nina y ahora que Samantha estuviera con Melani, y obviamente yo había conquistado a Ámber, soy una máquina ¿cierto?, después de unas semanas Luz revivió y me empezó a hablar un día por la tarde, me estuvo contando cómo le estaba yendo el instituto y su vida personal, creo que soy una de las personas que más la conoce y más escucha pero obviamente no lo sé a ciencia cierta, estuvimos hablando un buen rato hasta que me habló Ámber y me preguntó como me había ido el dia y si tenia ganas de ir a su casa un rato, le contesté que bien y que ya no podia salir pero que podria pasarme por su casa para verla y saludarla a un que sea... Me dijo que estaba bien y que fuera a verla sobre las 8 que era cuando tenía que ir a baile y así la acompañaba, se lo comenté a Luz, y dijo que tenía suerte, no sé si se refería a Ámber o a mí, pero el caso es que se alegraba y por primera vez quiso hacer llamada conmigo mientras iba de camino a casa de Ámber, estuvimos riéndonos un rato y yo le estuve enseñando algunas cosas de Cancún, sobre todo por las calles que pasaba, y sus increibles playas... -Mira es precioso el atardecer desde la playa. -Ojala estar allí contigo Amelia, desde que te fuiste esto está muy solo -Ya falta menos para vernos anda callate. Sabía que el día 27 de diciembre iría a Miami y realmente tenía ganas de verla, al fin al cabo, era mi mejor amiga, ¿no?, bueno, después de un rato llegue a casa de Ámber y se lanzó a abrazarme y me dio un pequeño besito, después de eso su madre bajó y me vio, me saludo y me dijo que si quería ir con Ámber al baile para así saber donde era y ir a verla de vez en cuando, asi la acompañaba a hacer unos recados y luego recojia a Ámber con ella, sin pensarlo dos veces, acepté del tirón, y Ámber se puso roja y nerviosa al escuchar eso pero supo disimularlo muy bien, la madre de Ámber es la mejor, me cae genial, es la mejor suegra sin duda, a un que todavia no sabe que lo es; Cuando dejamos a Ámber en el baile me fui con su madre a dar una vuelta mientras Ámber bailaba, estuvimos hablando de todo un poco y sin duda se notaba que Ámber habia pasado por muchas cosas y su madre también, son muy fuertes y por eso las admiro demásiado... La madre de Ámber notó que soy muy madura, o eso dice ella, y que se notaba que Ámber tenía buen ojo para elegir a sus amigas... Yo me reí y le dije que si, y que ella también es muy especial para mi... Ese día me enteré del nombre de la madre de Ámber o más bien me quedé con el nombre, Victoria, puede que su nombre diga mucho de ella... Después de dar una vuelta y hacer los recados de Victoria fuimos a esperar a Ámber, que se llevó una sorpresa al verme allí a la salida y se lanzo a abrazarme super fuerte, yo sonreí y note lo feliz y cómoda que me sentí en ese momento, después volví a casa y las peleas familiares me hicieron dormirme por no llorar... Supongo que al despertar todo será diferente...
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Lazos Entrelazados
RomanceA veces una historia no tiene que empezar por el principio para poder ser entendida... Amelia una chica rebelde con un amor imposible de por medio, un cambio radical en su vida, muchas dudas de por medio y muchos sueños incompletos, una vida complic...