CAPÍTULO 16: Juntos al fin.

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Continuaban en la sala de juntas, y tanto el príncipe como la princesa esperaban ansiosos la decisión final.

-Por lo que el futuro soberano, Agatsuma Zenitsu, deberá oficiar su compromiso con otra dama de la Corte.

-Disculpe, señor. ¿Puedo elegir con quién me gustaría casarme? -la emoción era palpable en su voz, y sus ojos amarillos brillaban con ilusión.

-¿Tiene a alguien en mente con quien sea conveniente formar una alianza y, a la vez, continuar la estirpe?

-Sí.

-¿Podría revelar el nombre de la dama?

-Kamado Nezuko.

-¿Está sugiriendo usted, comprometerse con la que iba a ser la esposa de Kaigaku?

-Sí, señor. Sabíamos que era algo prohibido, y durante meses intentamos reprimirlo, pero estoy enamorado de ella y soy correspondido.

-Esto debería catalogarse como adulterio; sin embargo, ahora que ya no están comprometidos, no veo impedimento para otro compromiso.

-¿Es decir...? -preguntó él con el corazón latiendo como loco en su pecho.

-Es decir que sí. Puede tomarla como su esposa.

En ese mismo momento, tanto él como ella se levantaron de sus lugares y prácticamente corrieron al encuentro del otro.

Al estar a centímetros de distancia, Nezuko no resistió y lo abrazó fuertemente delante de todos, derramando unas cuantas lágrimas de felicidad: al fin podrían estar juntos.

Zenitsu por su parte, la separó de su cuerpo y unió sus frentes, mientras que una sonrisa de alivio e incredulidad se posaba en sus labios.

Cuando finalmente se separaron, uno de los miembros del Consejo tomó la palabra.

-Bueno, en vista de que evidentemente está solucionada la cuestión del matrimonio, damos esta junta por terminada.
Esperaremos contentos el día de la boda -finalizó con una pequeña sonrisa y una mirada de ternura hacia la joven pareja.

Todos los participantes fueron saliendo, hasta que Kamado y Agatsuma se terminaron quedando solos.

-Nunca pensé que este día llegaría -confesó la fémina.

-Creo que por primera vez, me alegro de las malas decisiones de mi hermano.
Y... Ahora que básicamente estamos comprometidos, ¿podría darte un beso?

-Todos los que quieras -y para sorpresa de Zenitsu, esta vez fue ella la que lo tomó por el cuello de su traje y de esa manera se dieron su primer beso como pareja.

El chico no la hizo esperar y correspondió a la muestra de afecto como si fuese el mejor manjar existente sobre la tierra.

Luego de varios segundos de continuos besos, se separaron y se tomaron de la mano, para después salir de la sala.

-Oye -lo detuvo ella-, ¿osea que esta va a ser la primera vez que dormiremos juntos? -preguntó algo sonrojada.

-Te ves linda sonrojada. Y no te preocupes, no haré nada que no me pidas.

-¿Cómo debería tomarme eso? -de nuevo estaba sonrojada.

El rubio se limitó a reír, puesto que acababa de comprobar que ya no era tan inocente como cuando la conoció.

-Señor, es mi deber comunicarle que a partir de esta noche, la que era la habitación de su hermano, pasará a ser tanto suya como de la futura reina -informó el sirviente.

-Muchas gracias -respondió la princesa con una sonrisa.

──『💧』──

Esa misma noche, cuando ya ambos se cambiaban dentro de su nuevo cuarto, Zenitsu decidió romper el silencio.

-¿Sabes? Aún me siento destrozado por la verdad de mi familia, pero no podía mostrarme débil ante el Consejo.

-Es claro que fue una bomba para ti. ¿Necesitas desahogarte?

-Lo único que necesito en estos momentos es acurrucarme contigo en la cama. 𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 cama.

-¿Terapia de silencio?

-Supongo. Solo quiero abrazarte e irme a dormir.

-Entonces eso es lo que vamos a hacer -sentenció con una sonrisa.

Él se apegó al plan y se acomodó sobre el colchón. Ella siguió sus pasos y se acurrucó encima de su pecho, liberando un suspiro de tranquilidad.

-Me gusta estar así contigo.

-Te amo, Nezuko.

-Y yo a ti, Zenitsu.

『•••』

Horas más tarde, esa misma noche, la ojirrosada escuchó quejidos y percibió movimiento, por lo que despertó y se encontró con una muy mala imagen: Zenitsu seguía dormido, pero aún en su estado lloraba y emitía quejidos, igualmente que movía los labios y apretaba los ojos. Era obvio que estaba teniendo una pesadilla.

-Zenitsu, amor -comenzó a moverlo suavemente-, despierta. Zenitsu...

-¡Déjame! -despertó en medio del sueño, con los ojos algo hinchados.

-¿Estás bien? -acarició su rostro con la mano izquierda.

-Solo fue una pesadilla.

-¿Qué soñaste?

-Lo que me dijo Kaigaku no sale de mi cabeza. No puedo creer que mi abuelo me haya ocultado un secreto tan horrible durante toda mi vida.

-Tal vez consideró que era lo mejor para ti.

-Pero si me lo hubiera dicho, ahora no tendría tantas dudas que jamás podré resolver.

-Tal vez su plan era que nunca te enteraras. ¿Sabes? Creo que sería una mejor opción el que no busques explicaciones. Te desanimarás más.

-¿Crees?

Ella únicamente asintió, y acto seguido lo abrazó colocando la cabeza del chico en su pecho, como aquella vez.

Él por su parte se acomodó y cerró los ojos, e intentó dormir de nuevo.

-Gracias por apoyarme, Nezuko -confesó aún con los ojos cerrados.

-Es lo menos que te mereces.

¿Traición? [ZeniNezu].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora