Sonidos incomprensibles, gorgoteos, sentir como la baba brotaba de mi boca y caía por mi mandíbula, regordetes dedos tratando de aferrarse al objeto más cercano, pies gordos que no responden como yo quiero.
Un bebé de tan solo cuatro meses de vida era la peor tortura para un adulto.
Y más cuando se supone que debes de vivir en el.
Estoy incómoda, aburrida y necesito un cambio de pañal.
Odio ser una bebé.
Aun no me acostumbraba a mi nuevo estilo de vida, la mayor parte era aburrida y tediosa, lo único entretenido era cuando mi hermana y Sheila jugaban conmigo, pero mi hada normalmente estaba todo el día afuera ganándose el pan de cada día.
Mantener a una bebé no era tarea fácil.
Ver a Diana esforzarse tanto me hacía sentir inútil, ella traía el sustento mientras que yo solo era una bola de carne buena para nada que solo sabía dormir y comer. He tratado de aprender a gatear, pero mis débiles y regordetes brazos y pies no colaboran, no duran ni un segundo en aguantar mi cuerpo.
¡Aún me cuesta agarrar bien las cosas!
Aunque ya puedo voltearme sola, eso es un gran logro por lo que dijo Sheila.
Y encima las pesadillas, al parecer ese hombre me persigue hasta en esta vida, aunque han disminuido está última semana aún me despertaba con el corazón en la boca a la mitad de la noche temiendo encontrarme con sus ojos negros llenos de odio y sus manos alrededor de mi cuello.
Ni siquiera las dulces palabras de mi hermana pueden borrar esos recuerdos.
Bueno dejando eso de lado.
En lo que llevo de está corta vida ya he recopilado la información suficientemente para declarar algo.
Renací en un manhwa.
Específicamente en la historia llamada "¿Quien me convirtió en princesa?"
Mi primera sospecha fue cuando finalmente a los tres meses dejé de ver borrones y pude ver mejor lo que me rodeaba, viendo así finalmente el rostro de mi hermana. Mi bella hermana tenía un gran parecido con el personaje de la madre de Athanasia, además del nombre. Primero juré que era una coincidencia, pero cuando escuché a Sheila decir el nombre de uno de los países vecinos sentí mi alma abandonar mi cuerpo.
El gran Imperio de Obelia.
La gran Obelia que ahora era un Imperio bajo el yugo de un Emperador tirano, aún no se si por Anastasius o por su padre.
Esto me dejaba unas preguntas.
Primero ¿Por qué había nacido en este mundo?
Segundo ¿Por qué yo?
Tercero ¿Tenía algún sentido o propósito que yo renaciera aquí?
Cuarto ¿Tendría algo que ver con la voz que escuche antes de nacer?
Cuando me di cuenta de mi situación y el destino cruel de Diana lloré por días, ¿Como no iba a llorar sabiendo el destino cruel de mi dulce hermana mayor? Mi hermana preocupada trataba de tranquilizarme mientras yo solamente le pedía perdón por no poder saber cómo evitar su terrible final.
Después me di cuenta de la gran información que tenía.
Por lo tanto, mi pregunta número tres medio se respondió.
Sabía ubicarme en una línea temporal de los acontecimientos que desencadenaron la trama de la historia, también más o menos de cómo se desarrollaba.
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La Esperanza Faltante
FanfictionSolamente dejo de luchar y murió a manos de la persona que siempre ocupó sus más dulces sueños, y también sus más oscuras pesadillas. Una muerte irónica, a manos del que debió ser su refugio. Y aún estando en las tinieblas de la muerte recordó aquel...