Happily

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Advertencias: Un poco triste
Muy cute
Inspirado en la canción de One Direction 'Happily'
Contado por Liam





Me acomodé en las gradas, mientras daba trazos distraídos y sin sentido en mi libreta. Trazos que pronto se volvieron una cara en específico, la cual me hizo sonreír. El clima era perfecto, no hacía calor y de hecho se sentía un poco de frío, el aire soplaba suave y relajante, se sentía pacífico. Todo lo contrario a mi corazón que latía a medias, con dolor.

Los minutos pasaron, y se volvieron horas y ahora la cara realista en mi libreta me devolvió la mirada, los ojitos cafés que ahora se ven a blanco y negro gracias al lápiz y papel, parecían sonreír. Yo inconscientemente devolví el gesto de una manera triste.

Quité los audífonos de mis oídos y pude escuchar el ambiente silencioso. La hora en mi teléfono me indicó que eran las seis con cuarenta y cinco de la tarde. Hacía unas horas habían terminado mis clases, pero no quería ir a casa aún, quería distraerme de todo y tomar un respiro del mundo exterior. Dibujar mientras escuchaba siempre había sido mi vía de escape, y gracias a que yo no entrenaba los viernes y la cancha siempre estaba vacía después de cierta hora en aquellos días, fue el momento perfecto para haber ido allí.

Me estiré poniéndome de pie y decidí que era momento de volver a la realidad. Metí mi libreta y lápices en el bolso y me lo pasé por los hombros. El viento se volvió más frío, pero eso no me molestaba, de hecho, me gustaba mucho. Me recordaba a él.

Mi mente me llevó automáticamente a aquella tarde, cuando nos quedamos en el extremo del bosque, que conectaba con las instalaciones de la universidad. Allí había un espacio extraño, pero perfecto por el cual se podía ver el atardecer en todo su esplendor. Él sonrío encantado al ver como el sol se ocultaba de a poco, dejando a su paso colores cálidos muy bonitos. Yo no pude despegar mi mirada de él, mi corazón palpitó con emoción al tenerlo tan cerca.

Luego de esa vez, nos unimos más y me fue inevitable no caer por él, pero él tenía novio y yo no pretendía ser irrespetuoso o que terminara con él, pero una noche de copas calentó las cosas y terminamos en mi cama, haciendo el amor. Él nunca lo dijo, pero sé que para él fue un error, para mí no.

Fue la mejor maldita cosa que había hecho en mi vida. Su cuerpo pequeño se amoldaba perfecto con mis manos, y era algo que nunca olvidaría. Sonreí de nuevo, limpiando las lágrimas que iban en picada por mi cara. Después de eso él se distanció de mí, y en ese momento solo podía saludarlo con un simple hola antes de que él se alejara despavorido de mí.

Bajé las gradas y me dirigí al estacionamiento para ir a mi auto. Cerré la puerta y me apoyé contra el volante, agachando la cabeza, sintiendo como mi cuerpo temblaba por los sollozos. Yo estaba enamorado, a tal punto que dolía, pero era un poco sádico y en mi sangre siempre había estado ser terco, la maldición de los Payne, como decía mi padre.

Lloré lo que fue necesario, y cuando por fin me recompuse, coloqué algo de música mientras arrancaba. La autopista estaba un poco llena, por lo que el tráfico me detuvo por algunos minutos, mi mente seguía rondando la imagen de Zayn, y aunque siempre trataba de pensar en algo más, él siempre volvía a ocupar mis pensamientos. Era inútil negar algo que era obvio.

Tamborileé con mis dedos sobre el volante y mientras tarareaba la canción, avancé por fin hacia casa, y cuando estaba a unas cuantas cuadras de la misma me encontré con una figura bastante conocida para mí, pero estaba decidido a seguir derecho y no molestarlo, porque estaba seguro de que mi presencia la molestaba, pero tuve que detenerme cuando vi que no caminaba con normalidad.

One Shots [ZIAM] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora