One Shots [ZIAM] ©

Liam's

Advertencias: Un Smut bien deli
Posibles faltas de ortografía, sorry :(
Liam bien sabroso.

Me colgué la mochila en el hombro, y corrí a la puerta, pero por estar mirando la hora en mi teléfono me tropecé con mis propios pies y me caí. Maravilloso, era simplemente maravilloso.

Aparte de que iba tarde, tuve que cambiarme la camiseta, porque caí sobre el agua de mi gato. Cuando estuve listo de nuevo, corrí de nuevo a la puerta, esta vez fijándome que no fuera a caer como un costal de huesos.

La verdad es que no era tan flaco, ya había comenzado a tomar una rutina de ejercicios de cuatros días a la semana, pero a Niall le encantaba molestarme con decirme que estaba más flaco que un árbol en sequía. Hablando del rubio, estaba seguro de que estaba echando llamas por las mechas decoloradas en su cabello, y es que básicamente no podía mantener mis promesas cuando de llegar temprano se trataba.

Faltaban treinta minutos para que la función comenzara y le había prometido que estaría allí con él para ver a Josh, su novio, en su primera presentación como parte de una banda que había formado con otras personas en la universidad.

Pero como siempre, yo no era una persona mañanera, y es que, por Dios, ¿quién se levanta feliz a las diez de la madrugada? Es obvio que no, el sol apenas estaba saliendo a esa hora, al menos para mí. Pero, protégeme Jesús, porque ver al rubio enojado y lanzando maldiciones en Irlandés era algo que ya no era gracioso, daba miedo.

Cuando llegué por fin al estacionamiento de mi edificio, corrí hacia mi auto, y en todo el camino en el ascensor recé para que le mismo encendiera, porque sí, no solo iba tarda, también había olvidado llevar mi auto al mecánico. Me subí y metí las llaves casi que levitando de tanto orar a Dios para que pudiera encender.

Pero las voces angelicales que comenzaban a sonar, pararon con un estruendo desafinado cuando mi auto hizo como si tuviera tos con flema. No encendió, ni siquiera las luces delanteras parpadearon. Volví a intentarlo, pero la pulmonía del motor pareció empeorar y no sé si quien sollozó fue el auto por el sobreesfuerzo o yo por el desespero.

Busqué mi teléfono en el bolsillo de mis pantalones y diciendo en mi mente un agradecimiento a mi madre por todo lo que había hecho por mí, marqué el número de Niall.

—¡¿Dónde putas estás?! —Ladró el rubio cuando contestó la llamada. Que bonito mi nahual, ¿verdad?

—Lo siento, Ni. Mi auto agarró una gripe y no quiere encender —Escuché el suspiro al otro lado de la línea y estaba considerando el mudarme de país y cambiar mi nombre a Victor Alberto.

—Te lo advertí, Zayn, ese cacharro necesita reparación o en su defecto, que le des el descanse en paz —Quise reírme, pero si me reía, Niall atravesaría la pantalla y me golpearía —Le diré a Josh que no pudiste, pero si no te veo en el afterparty esta noche, Zayn Malik, te arrancaré las bolas y las meteré en la licuadora y alimentaré a los cuervos con ellas —La risa se me escapó, pero reaccioné a tiempo antes de que una lluvia de insultos en Irlandés saltarán a través del micrófono. Me despedí diciendo que estaría allí y colgué la llamada.

Arrojé mi teléfono en el asiento a mi lado y me quedé mirando el aparato como si este fuera a cobrar vida y golpearme. A la final no lo hizo y tuve que utilizarlo para buscar un taller mecánico que estuviera cerca, y encontré uno, el cual tiene el mismo nombre de uno que Harry me recomendó. Liam's.

Estaba a diez minutos en auto, por lo que rogando y después de unos golpes el auto encendió de nuevo, casi que a punto de morir, pero lo hizo y afortunadamente el viaje no fue nada lejos hasta la dirección que apuntaba la pantalla de mi teléfono.