One Shots [ZIAM] ©

Best Friend

Advertencias: Celos, muchas emociones y posiblemente Smut
Contada por Zayn

Tenía las manos cubriendo mi boca, casi que sin respirar. Mis ojos solo estaban puestos en él, que miraba continuamente entre el arco y la pelota. Él alzó la cabeza respirando y luego retrocediendo unos cuantos pasos, volvió a impulsarse hacia adelante corriendo y chutó la pelota con habilidad.

La misma se fue volando por el aire, y pasó por encima de las cabezas de quienes trataron de cambiar su dirección y terminó dentro del arco. Yo me uní a la celebración cuando el árbitro dijo que el partido había terminado. Liam hizo que ganaran. Me moví entre la gente que se abrazaba y gritaba feliz y bajé corriendo las gradas hasta llegar al campo de fútbol.

—¡Liam! —Grité su nombre, él se volteó hacia mí y me sonrió abriendo los brazos. Me tiré en ellos y reí feliz cuando él también lo hizo —¡Ganaste! Te dije que lo harías —Le dije una vez me dejó en mis pies, levanté mi mano y chocamos las 'cinco'.

—Joder, Zayn, no tienes ni idea de lo nervioso que estaba —Se pasó las manos por la cara para sacarse el sudor. De la emoción ni me acordaba de que el fútbol hace a los hombres sudar como si acabaran de salir de la ducha —Gracias, sé que confiaste en mí —Me dijo y se restregó de nuevo contra mí. Esa vez si hice ademán de alejarme.

—Ya suéltame, simio descerebrado. ¿No ves que estás cubierto en sudor? —Él se rió sin importarle una vez más mi insulto, y me alejé un poco. Menos mal no había tocado mi cabello con el sudor.

—Hey, Liam, nos vamos. ¿Vendrás? —Louis, su amigo y cocapitán del equipo de fútbol apareció junto a mí —Hola, Zayn —Me pasó el brazo por los hombros. Liam puso una expresión extraña y me arrastró a su lado.

—Sí, estaré allí más tarde —Dijo y cuando traté de huir de su agarre, solo lo apretó más a mi alrededor —Primero dejaré a esta nenita en su casa y me daré una ducha —Lo golpeé en el brazo cuando escuché el insulto dirigido hacia mí. Louis asintió, no prestándole atención a la repentina acción de Liam

—No soy una nenita —Le dije una vez su amigo se fue.

—Lo dice el que vive obsesionado con el maquillaje y se pone faldas porque son lindas —Me reí, pero no repliqué, a la final él tenía un punto a favor por eso.

Nos alejamos de la cancha, camino al estacionamiento, él saludó a muchas personas que le gritaban felicitaciones y yo también lo hice con quienes me saludaron primero. Acomodé mis lentes y me cubrí con el suéter que era de Liam, pero que yo llevaba puesto. Al ser tan alto, me cubría las manos por completo e incluso algunos centímetros de tela colgaban, y me llegaba más abajo del muslo, por lo que era perfecto para el frío que estaba haciendo.

Cuando llegamos al estacionamiento, estábamos a punto de montarnos al auto, pero yo lo detuve.

—No te subirás al auto con esa ropa sudada y sucia —Señalé hacia él. Su pantaloneta era de color blanco pulcro antes de entrar al partido, ya para ese momento tenía una combinación de colores entre el café y el verde, y ni hablar de la camiseta, parecía que hubiera trabajado en una mina, en lugar de jugar un partido.

—No estoy tan sucio —Se señaló así mismo, y cuando vio su pantaloneta subió la mirada hacia la mía. Yo ya lo esperaba con una mueca de suficiencia al haber tenido razón —¿Qué? Es mi auto, lo limpiaré después —Lo miré incrédulo.

—Sabes muy bien que no lo harás —Le recriminé. Él nunca limpiaba las cosas, siempre era yo quien lo hacía por él. Me miró fijamente, retándome con la mirada. Yo se la sostuve y me crucé de brazos.