"Nosotros los revolucionarios somos héroes silenciosos, planeamos una gran y perfecta revuelta, atacamos con armas y con máscaras, porque tenemos algo que proteger, nuestra familia y nuestra patria, pero esta vez, lo haremos de frente hija mía, West...
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Con la campanada, se terminaba el segundo periodo de clases, ya son las una de la tarde así que dos clases más y ya darían por terminado el día.
Ann tomaba agua de su botella, cantar tanto terminaba por resecar su garganta y hoy fue una práctica algo vergonzosa al tener que usar un micrófono, pero no es como si hubiese a hacer algo al respecto.
Ahora que lo pensaba, su plan de preguntarle a Demetrius sobre si Amanda había hecho un movimiento, se vería raro, así que mejor sería simplemente alejarlo de esa situación.
El otro lado, es que no sabe donde estaría Demetrius en estos momentos, la biblioteca se descartaba, porque Demetrius solo va en el primer descanso, de ahí, tal vez el chico anda con sus amigos.
Con ese revoltijo mental, mejor se concentraba en ir a comer porque ya era hora de almuerzo y ese momento de comer es sagrado.
Esperó a sus amigas y empezaron a caminar todas juntas hacia el comedor.
—¡Dios! El profesor nos va a matar a este paso, no tenemos voces de oro para seguir cantando sin pausa—Martha era la primera en quejarse, masajeandose el cuello.
Yabeth asintió —Tienes toda la razón, Edén siempre es así de extremista.
Ann solo se refrescaba y tomaba agua, no estaba sorprendida por nada de lo que sus amigas decían, el profesor realmente era estricto en cuanto a las voces, de hecho debías de hacer una prueba para tan siquiera estar ahí, así que, estar en el coro no era ningún chiste para él.
Caminando, afuera, la brisa de la tarde con el sol en su punto, hicieron que las chicas cerraran los ojos, disfrutando del aire fresco.
—Waa~ por esto amo a Edén, mucho espacio abierto —Yabeth murmuraba, encantada cuando su pelo lacio pelirrojo se movía suavemente.
Ann miró hacia otro lado mientras cerraba su botella, viendo dos capas imperiales moviéndose por la brisa.
"Otra vez..."
Esto parece haber sido capturado también por Martha que rápidamente se escondió detrás de Yabeth para susurrarle que viera disimuladamente hacia el lado izquierdo, a lo que la chica miró de la forma más obvia posible.
—Amanda no pierde tiempo eh?
—Ese Demetrius es víctima del capricho de ella, le prendo un vela en el fondo de mi corazón.
Ann asintió —Denme un momento.
Pidió a sus amigas y se acercó a Demetrius rápidamente, entrelazando su brazo con el de él, apagándose más de lo necesario, pero lo justo.
No lo hacía por gusto, más bien lo hacía porque quería saber si Amanda estaba en un momento crucial con el Desmond o no en estos momentos.
—¡Oye Búho!—Ella le dijo con una sonrisa, mientras se aferraba a su brazo —Pierdes los modales, ya no saludas a tus amigos, que mal, que mal.
