Los Angeles, USA
Ya pasaron días desde que llegué a mi casa, exactamente cuatro días. No recibí ningún mensaje ni llamada de Enzo, y eso me mantenía preocupada. Aunque intentaba enfocarme en mis nuevos proyectos no podía dejar de pensar en cuando llegaría su llamado.
Me encontraba en la sala, acostada en el sillón. Mientras miraba Outer Banks, una de mis series favoritas, mi celular comenzó a sonar.
Me levanté un poco para mirar quien era, era un número desconocido.
Levanté el celular y atendí.- ¿Hola? -
- Hola, ¿Carla? -
De inmediato reconocí esa voz, que estaba un poco ronca. Por fin, era Enzo, esperé tanto su llamado.
No pude evitar sonreír.
- ¿Enzo? - Dije mientras reía.
- Hola chiquita. - Respondió.
Mierda, me ponía tan nerviosa que me respondiera así.
- Estuve esperando tanto que me llames, ¿qué sucedió? -
- Bueno, estaba esperando para llamarte porque quería darte una sorpresa. - Me dijo.
- ¿Cuál? -
- En unos días iré a Los Angeles de vacaciones, será una semana. -
Estaba tan emocionada que por poco no me ponía a saltar por toda la sala. Por fin lo tendría en mi casa, sin que nadie pueda llegar a interrumpirnos.
- ¡Que bien! ¿Cuándo llegaras? - Pregunté.
- El jueves por la noche. -Hablamos un rato más, cada día teníamos más confianza y que disfrutábamos hablar, no podía esperar para tenerlo aquí conmigo.
Jueves 18:00PM
Ya eran las seis de la tarde y no había limpiado ni ordenado nada para la llegada de Enzo.
Así que comencé a ordenar todo.
Sentía unos nervios que repercutían en mi estómago, me daba miedo que el no se sintiera cómodo aquí en mi casa o conmigo.
"Ya estoy llegando chiquita." El mensaje de Enzo me hizo ponerme más nerviosa de lo que ya estaba, y comencé a ordenar más rápido.
Cambié mi ropa, me puse unos jeans y un buzo blanco, quería verme simple.
Luego un rato el timbre sonó.
Estaba demasiado nerviosa, pero demostré lo contrario al abrir la puerta inmediatamente.Ahí estaba el, era tan alto que me excitaba, como me miraba, sus manos. Lo necesitaba más que a nada.
Me lancé sobre sus labios y comencé a besarlo desesperadamente.
Enzo cerró la puera detrás de el mientras intentaba seguir el ritmo de mi desesperado beso.
Lo fui guiando lentamente hacia el sofá y me posicioné encima de el. Hoy tenía ganas de tomar el control.
Mis besos bajaron por su clavícula, cuello y llegando a su pelvis.
Desabroché rápidamente su cinturón y bajé su boxer.
Allí me encontré con su gran falo, que sin remordimiento lo metí en mi boca.Succionaba, apretaba, lamía. Estaba disfrutando tanto como él. Podía escuchar algunos de sus gruñidos y gemidos, tiraba su cabeza para atrás y abría su boca dejando entrar todo el aire que se le estaba escapando por la excitación.
Podría verlo así todo el día.
Comencé a ayudarme con mi mano, quería sentir ese sabor en mi boca, no me lo iba a perder.
Lo hacía tan rápido como podía, el comenzó agarrar mi cabeza, presionando para que todo entre en mi boca.
- Y-Ya...ya ca-casi. - Soltó.
Y en cuestión de segundos aquel líquido dominó mi boca, que por impulso lo tragué.Me volví a posicionar encima de el, y saqué mis jeans junto a mis bragas.
Sin dejarlo descansar metí lentamente su falo dentro mio.
Gemí al sentirlo por completo dentro mío. Y poco a poco comencé a saltar.
- Ahg...Di-Dios. - Dijo.
Levanté mi buzo por el calor que tenía, dejando mis pechos cerca de su cara. El tomó uno y lo metió en su boca, comenzando a succionar y morder.
Eso me excitó mucho, mucho más.
Para mayor placer me comencé a mover y saltar más rápido.
El gemía entre mis pechos y me abrazaba por la cintura.
El placer que sentía era cada vez mayor, ya no podía aguantarlo.
- Quiero venirme, v-voy a venirme. - Le avisé.
- Yo también chiquita. - Me respondió.
Y luego de su respuesta, me derramé sobre el. Seguí saltando, esta vez más rápido, él aún no había llegado.
Y luego al igual que yo, acabó, por segunda vez.Volví a caer encima suyo, y me dí vuelta para que el quedara arriba mío, en mi pecho.
Al tenerlo allí comencé acariciar su cabello.
- Dios, sos increíble nena. - Me dijo.
Reí ante su comentario, seguro estaba hecha un tomate.
- Creo que olvidé saludarte, ¿que tal? - Pregunté en broma.
- Todo bien, ¿vos? - Me dijo mientras sonreía.
- Todo muy bien. - Respondí.
Dejé un beso en sus labios y volvió a recostarse en mi pecho.
Poco a poco el sueño comenzó a invadirme gracias a las caricias que aportaba Enzo en mi cintura, y abrazados el uno a otro, nos dormimos...
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PAPARAZZI | Enzo Vogrincic
FanficCarla Westwood, una famosa actriz caracterizada por actuar en las mejores películas de Hollywood, es fotografiada constantemente por los paparazzis a cualquier sitio que vaya. Ella ignora el mal humor que les generan estos, pero solo uno logró llama...