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Carla's POV

Al despertarme lo primero que ví fue a Enzo durmiendo tranquilamente en mi pecho, pero el sonido del timbre no paraba de sonar.
Con cuidado, me saqué a Enzo de encima y fui hacia la puerta para ver por la mirilla. Me asombré al ver que en la puerta de mi casa estaba mi madre y mi padre. ¡¿Qué hace el aquí?! ¿Tan rápido llegó de Europa?
Maldecía por dentro, tenía que sacar a Enzo de aquí antes de que mi madre o padre abran esa puerta por sus cuentas.

- Enzo, Enzo. - Dije susurrando fuerte. Se despertó medio desorbitado, pero rápidamente se levantó.
- Escucha, ve a mi habitación ahora, estan mis padres en la puerta. - Le dije.
Con desespero llevé a Enzo a mi habitación, dejandolo encerrado allí, espero que no tenga que esperarme mucho.
Bajé rápidamente y me cambié, la ropa que había quedado de Enzo la guardé bajo el sofá.
Y por fin le abrí la puerta a mis padres.

- Dios mío Carla, estamos hace diez minutos esperando a que nos abras la puerta. - Dijo mi madre.
- ¿Así me recibirá mi hija? - Preguntó mi padre.
Mierda, seguro estaba en la mierda.
- Anoche me quedé viendo películas hasta tarde, lo siento. - Aveces soy buena inventando.
Dejé pasar a mis padres a la sala. Me estuvieron preguntando sobre mis proyectos y demás, más que nada mi padre. No lo veía hace como un año, de hecho no tengo mucha relación con mi padre, nunca lo tuve muy presente en mi vida, y se atreve a venir ahora, y justamente cuando estoy con Enzo. Rezaba para que el que estaba en mi habitación no haga ningun puto ruido.
No es de mala persona ni nada, pero necesitaba que mis padres se vayan en ese momento.
- Mamá, papá...en veinte minutos tengo una entrevista de trabajo para una película. - Les dije para que de alguna manera decidan irse.
- ¿Qué película hija? - Preguntó mi madre. ¿Por qué tiene que preguntar todo?
- Luego nos cuenta, no te preocupes, estaré aquí como un mes entero. - Me dijo mi padre, que linda noticia...creo.

Mis padres por fin se levantaron de la mesa y se fueron. Me parece raro que hayan llegado juntos, están separados hace nueve años. Como sea, subí rápido las escaleras para sacar a Enzo de mi habitación.
Al entrar ví a un Enzo sin ropa y congelado. ¡Y claro! ¡Lo había dejado desnudo y con este frío! Que estúpida soy.
- Mierda lo siento, lo siento, olvidé por completo que no te dejé tu ropa. - Enzo río con mi desesperación, me sentía muy mal al respecto.
Se puso su ropa, que la verdad hubiese preferido que no lo haga.
- ¿Queres desayunar algo? - Me preguntó.
- Um, si, aunque no soy buena cocinando. - Le dije. Era verdad, yo siempre pido delivery, no es lo más sano pero bueno.
- No te preocupes, se cocinar panqueques, ¿le quisieras poner chocolate? - Sonreí, amo los panqueques y en especial el chocolate, y juntos eran una combinación perfecta.
Enzo comenzó a hacer los panqueques mientras yo miraba todo, de vez en cuando dejaba un pequeño beso en mi boca o me robaba algunos.
Luego de un rato ya estaban listos. Enzo apropósito untaba un poco de chocolate en sus labios y me besaba manchando los míos.
Cualquier que nos viera pensaría que eramos novios, pero no lo somos, aún...

PAPARAZZI | Enzo Vogrincic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora