-Actualidad, 11 años más tarde-
Satoru recordaba aquella conversación con melancolía, pensando en qué hubiese pasado si se hubiera atrevido a besarle. Pero eso ya no importaba, daba igual los besos que no se dieron o los sentimientos que se guardaron. Ahora solo quedaba odio. Se había cambiado de bando, se había hecho su enemigo. Y nadie le había obligado, fue su decisión. Bueno, en realidad no era su enemigo como tal. El cuerpo de policía y bomberos solía tener que cooperar. Pero no era secreto la rivalidad que existía entre ambos debido a sus diferencias ideológicas.
El gimnasio no había cambiado nada desde sus años de estudiante. Habían renovado las máquinas, añadido algunas y actualizado su tecnología, pero seguía teniendo aquella estética tradicional japonesa. Era una mezcla extraña, pero funcionaba. Yaga había dejado su puesto de entrenador para convertirse en director. Y el complementaban sus guardias como bombero con la media jornada de preparador físico, para las personas que querían presentarse a las mismas pruebas que él y trabajar allí. Actualmente tenía cuatro adolescentes, tres chicos y una chica. Todos con grandes capacidades y buen progreso. Sabía que iban a ser de mucha ayuda en el cuerpo, pero no podía evitar sentirse triste al recordar los muchos compañeros que se habían quedado en el camino y preguntarse si a ellos les pasaría lo mismo.
"¡Profesor!" Yuuta, el más nuevo llamó su atención. "Creo que debería dejar descansar la rodilla, me está doliendo." Dijo apenado. Una lesión era lo que más temían, pudiendo retrasar su progreso e incluso impedirles cumplir su sueño. "Me la golpeé al caer en la manifestación."
Satoru maldijo aquel suceso. Siempre animaba a sus alumnos a luchar por sus principios, por un mundo mejor donde aquellas ideologías que literalmente iban en contra de los derechos humanos dejasen de ser tan populares. Y no se arrepentía de haberlos llevado a aquella manifestación. Era pacífica. Y necesaria. Muy necesaria. Otro chico había muerto a manos de la policía pues habían sido muy agresivos con él, estando desarmado. Pero no debió pasar aquello. El objetivo era llamar la atención del gobierno para que tomase medidas y molestar a los policías, pero sin darles pie a usar la fuerza contra ellos. ¡Solo los estaban abrazando! Se había sentido muy orgulloso de su idea y, aunque al principio le costó, pudo convencer a mucha gente para que la llevaran a cabo.
"Entonces no la fuerces hasta que deje de doler. No creo que sea grave, pero ve a ver a Shoko por si acaso." El chico le sonrió, aun mostrando preocupación. Él también tendría que ir a ver a su fisioterapeuta de confianza, pero más como un viejo amigo que como un paciente.
-11 años atrás-
"¿Prácticas? Eso suena a trabajar gratis." Una chica de pelo corto y marrón encendía el cigarro que había puesto sobre sus labios al terminar la frase, haciendo que sus dos amigos la miraran molestos. "Ah, perdona Suguru." Dijo mientras lo apagaba. "No me acostumbro a que lo estés dejando, ¿ahora quién me acompañará a salir a fumar?"
"Nadie, ve sola. Como me quedaba yo cuando vosotros dos os ibais." Señalaba un molesto albino ocasionando algunas risas por parte de los referidos.
"Oh vamos, pero las mejores anécdotas ocurrieron gracias a eso." Y era verdad, al volver a reunirse a cada uno le había pasado algo: algún desgraciado se acercaba a hablar con Satoru sellando su destino con la única intención de ligar o el dúo de fumadores habían conocido a alguna persona que les ofrecía el plan más surrealista posible. "Jamás te olvidaremos, Kenjaku. Espero que te diviertas poseyendo a la gente."
"Aún no me puedo creer que quisiera meterse en tu cerebro."
"Y que tu le dijeses que lo intentara."
"¡Solo quería ver qué pasaba!"
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Recuérdate (Satosugu)
FanfictionEl bombero Gojo Satoru, conocido por su activismo y lucha en las manifestaciones, idea un plan para una protesta pacifica contra la brutalidad policial. Debian realizar una marcha, como cualquier otra, con carteles y gritos pero, cuando la policía c...