— Normalmente se puede decir que es común en las parejas.
Cerro sus ojos y levanto su índice: — Ocultarse cosas con el fin de "enganchar". Esta claro que desde un inicio te quería.
Al ver la sonrisa y es cruce de brazos victorioso, Oliver no sabía que pensar.
— ¿Me estás jodiendo, Lyria?
Pero ante eso, la de cabello castaño mostró una mueca e infló su mejilla: — ¿Pero qué quieres que te diga? Eso ya paso... Sí, sé que actuó mal (además que yo no te lo dije).
Susurro eso casi para sí misma intentando que su yo del pasado no sufriera consecuencias porque bueno ¿por qué no se lo dijo? Si a todas sus compañeras y compañeros le decía que "mi tío es el dueño de este edificio" "la comida es gratis".
«Maldición, tampoco es para tanto» soltó mentalmente en un suspiro volviendo a dirigir su mirada a ese hombre que yacía delante suyo.
— ¿Es por eso qué querías reunirte conmigo? ¿Solo para que te diga qué hacer? Oliver ya estás grandecito.
Stone se decidio a no responder dicho comentario para así tomar la taza de café y comer algunas de las galletas que le sirvieron.
No era de extrañar que se reunieran de vez en cuando en una cafetería para charlar y más cuando ella actualmente esta en la ciudad y no en el extranjero.
— Entonces, cambiemos de tema —rompió el silencio rebuscando algo en su bolso— principalmente vine a...
— Estamos durmiendo separado e incluso ni siquiera nos hablamos en la casa como en el trabajo.
Lyria arqueo sus labios forzadamente ante ese comentario, por lo que su rostro entre sorprendido y sin saber que decir se reflejo, es más, ¿en serio están así? Y bueno ¿por qué tiene que escuchar estás cosas?
— Se disculpó, más de una vez, pero yo no lo perdoné —siguio aquel apretando un poco la taza— y después lo dejo de intentar...
Ahora Lyria cerro sus ojos.
— ¿¡Por qué no continuó!?
Ni siquiera en París tiene que escuchar estas problemáticas de sus compañeros, pero ahora que esta con Oliver, ¿por qué?
Finalmente suspiro desistiendo de tomar la carta para calmar a Oliver ya que en si la mayoría de las personas de la cafetería comenzaron a mirarlos.
— ¿Podrías dejar de se dramático? —dejo su mano en su frente para soltar aire de su boca— mi padre es orgulloso, cuando hace algo mal, si bien se disculpa pero no lo vas a hacer que este de rodillas y rogué clemencia. ¿Acaso no recuerdas que él ni siquiera te busco?
Por ese flechazo de realidad, Oliver bajo su mirada.
Sí, tiene razón, ni una sola vez lo buscó... Fue Oliver quien lo hizo, no, que volvió a él.
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Sugar Daddy
RomanceOlivier Stone, es un universitario y como todo universitario, posee unos pequeñitos problemas. Bueno... ¿por dónde iniciar? Uno: El dinero no le alcanza. Dos: Sus notas no son suficientes para pasar algunos ramos. Y tres: Terminó su relación. ¿Qué m...