AL LÍO

6 1 0
                                    


Hoy además de levantarme cruzada por el despertador, me había levantado deseando que Saúl me hubiese enviado un mensaje diciéndome que ha sido toda una broma y que tengo otro compañero o compañera fotógrafo para esta aventura que todavía no había entendido. Prefería mil veces la persona que peor me cayese en el mundo antes que ir con él. Pero no, así que me tocaba estar con Hugo todo el día, que me apetecía lo mismo que, que me diesen un codazo en la boca del estómago recién comida. Sí, una descripción muy gráfica.

La verdad es que no tenía ningún mensaje de Saúl, pero como ayer caí rendida pronto, no miré ninguna red social ni contesté ningún mensaje así que decidí ponerme al día mientras me tomaba mi café ya que tenía unas cuantas notificaciones pendientes:

SONIA:

<< ¿Cómo ha ido la vuelta a la rutina? >>

<< Amiga no tengo claro si has sobrevivido. >>

<< Definitivamente no, buenas noches. >>

Que impaciencia. Eso sí, no se digna a descolgar el teléfono para llamarme y asegurarse si su teoría de que no había sobrevivido era cierta o no. De todas formas, decidí acabar con su intranquilidad y le contesté:


LARA

<< Buenos días, caí rendida como ya has imaginado. >>

<< Esta noche te llamo que seguro que tendré algo que contar. >>

<< Me toca un reportaje con Hugo. No digo más. >>

<< ¿Qué tal tu andadura con el vecino cachondo? >>


Sigo con Whatsapp y...

HUGO:

<< ¡Ei! Nos vemos mañana, ¿Quieres que te recoja? >>


Madre mía, no esperaba tanta amabilidad. Tengo que reconocer que, si lo hubiese leído antes o ayer, me habría venido de coña para ahorrarme el camino y apurar un rato más, pero prefiero no arriesgarme a no llegar a tiempo a cubrir el reportaje así que...:


LARA:

<< ¡Buenos días! Lo acabo de leer, pero no te preocupes, nos vemos allí en un rato. >>


Ese maldito mensaje había conseguido revolverme el estómago. Venga, siguiente paso. Como veis no soy la más popular de la ciudad. La verdad es que también tenía un mensaje de mi madre, pero no veía necesario relatarlo. Así que decido entrar a Instagram. No entiendo por qué sigo entrando a estas horas de la mañana con lo largo que es el día...


ADRI:

<< ¡Hombre! Te has hecho de rogar eh...>>

<< ¿Qué tal? ¿Cómo va esa mirada? >>


La verdad es que odio cuando me dejan los mensajes en "visto" y no me contestan, y una de mis filosofías de vida es "no hagas lo que no quieres que te hagan" así que...


LARA:

<< He andado muy liada y vi la solicitud ayer. >>

¿Cómo puedo ser tan mentirosa? No creo que cuele, pero por probar...


LARA:

<< Mis ojos bien ¿y tú? >>


Esa respuesta es por ser cordial y educada como me han enseñado en casa, pero no acabó ahí la cosa, había más sorpresas. Creo que nunca había tenido tantos frentes abiertos, la de la vida alegre siempre había sido Sonia, y lo que no le pasaba pues se lo inventaba y asunto resuelto. No hay encuentro sin una de sus historias. Esta vez tenía otra solicitud de amistad, ni que fuese yo Dulceida, últimamente aparecía mucha gente por aquí enviando solicitudes y no me lo podía acabar de creer.

"Rubén te ha enviado una solicitud de amistad"

¿Sabéis quién era? Pues ni más ni menos que el camarero guapo de la discoteca de fin de año. Esta vez sí que no sabía cómo había llegado hasta mí. Pero después de llevar con su número en la mesita de noche desde hacía casi diez días creía conveniente aceptarlo y ya está. Y así lo hice, ahora resultaba que iba de valiente. Y un día más, corrí hacia el metro. Sin saber qué me depararía el día acompañada de Hugo.

RENACERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora