Hospicio. (4)

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Cartelera literaria:
"Victoria coronada en laureles podridos: la disputa de puntazos verbales, carcelario ballet sin principios ni fin. Dagan y yagan las armadas palabras, apuñala la boca al tímpano, al alma arrancada, ya fantasmatica. La bestia canina espumosa mastica una ira y rabiosa pléyade insaciable y voraz con esputo de fango alimenta. ¡Ya posees el triunfo! ¿Qué otra hazaña necesitas? ¿Cuál será el próximo movimiento? Súbitamente se comprende que no hay nada. ¡Silencio! -grilló afónico. Cúbreme el rostro, inocencia, y llora de vidrio un cauce, cultivado ayuno. Vomita trozos de espanto, sin sumisión de... ¡síes como alfileres!, purulento desborde fétido y prostático: Vomita, gritos nauseabunda inequidad terror egoísmo largos lagos carcomidos han roido con ruido; castrada y macabra, angustia a los amargos este caldo de estertóreo rostro de vocablos paranóico crítico cretinismo ante el delirante y llora... senil asco. El "¡NO!" del hastío. Cúbrete de esta esfera de esperas estelares... y aquél, no, ese no, el de más allá, que amarga relinchos de coágulos ¡Sí! impotencia, jugos lacios y macerados trozos de horas. Cubrete el rostro de inocencia, ángel a la deriva de un cauce celeste: cultivada tu virtud del ayuno premensual y llora vidrios rotos de sumisión de conjuro de figuras, veneno, amarra una verdad de la cripta y vomita trozos de espanto sobre los vitrales de la desesperanza, sin y con prostáticos canales de rizado acero quirúrgico, índices con alfileres, subíndices del almizcle de todos los seres, canales y encauces de anulares como cactus; purulento desborde de fétido egoísmo, gritos de nauseabunda iniquidad, terrores angustiantes, apócrifos viajes de sucubos probeta, largos sueños carcomidos; macabras pesadillas castradas, expande la desesperanza y sorpréndete de la alegría espontánea. Muere lenta muerte en vida. Exhala últimos vocablos antes de que se evapore en psíquico caldo. Cúbrete de la espera... y amarga relinchos, expulsa de tu organismo todos los vómitos coagulados, gastricos jugos verdosos."

"¡¡¡ NOS VISITARON LOS ANIMALES!!!
GRUPO DE PERRITOS CHIQUITOS Y GRANDES
ASISTEN A CIEGOS Y SORDOS Y MUDOS;
LOS FELINOS SE QUEDAN CON
EL CORAZÓN Y PEDACITOS DE PIEL DE VIEJITAS
CUANDO LAS RASGUÑAN AMASANDO MICHI-PIZZERIA.
EL EFANTE JUNTO AL PIANO ESCUCHA ATENTO
ESCUCHA DE MÁS CON SUS GRANDES OREJAS
GRISES RINOCERONTES MIRAN CON INDIFERENCIA
A LOS HIPOPÓTAMOS GORDOS Y GRANDES
NO QUIEREN PELEAR ACÁ ADENTRO.
QUIZÁ TAMBIÉN ESTÁN DOPADOS
COMO NOS DOPAN A NOSOTROS."

Hace tiempo que el esnob del VIP no puede dormir. Esta noche: las visiones reveladas por la arcana lengua a su oído lo desvelan porque son indescifrables a cualquier lenguaje humano; su mente no puede poner en palabras ninguna reconstrucción simbólica de tal experiencia, la tensión psíquica que provoca es atroz. No ha hecho otra cosa que releer los escritos de San Agustín y de Santo Tomás, también Aristóteles y Heráclito. En medio de la madrugada, entre afiebradas pesadillas, despierta con una revelación: una nueva palabra, un nuevo concepto, el primer síntoma de haber empezado a digerir y metabolizar el acontecimiento fantástico. ¡Qué fácil resultaría ser superiora sólo con esta palabra divina! ¡Arcaico fonema sacro, santo y elevado! Corre a escribir lo que el más allá a su oído ha susurrado. Una vez que ha escrito, no sabe qué hacer; agotado en la penumbra, enciende una vela. Sólo ese oscuro y profano fonema intraducible, sólo eso, y nada más. ¿Por qué reaccionas así ante esas revelaciones que desde un espacio y tiempo concretos, dentro de un espacio y tiempo ilimitado e infinito, dentro tuyo han sido representadas, esa vez que la monja máxima a tu oído habló? Profeta, filósofo, esnob, ¿cual es tu rol? la humanidad se arrodilla en la arena aún mojada por el oleaje con un martillo y clavos, el lenguaje, y la indescriptible naturaleza del universo es el oleaje que fluye indistinto y se aleja, se reencuentra con nuevas olas.
-¿Y la superiora dónde está? -preguntó a los gritos, sacudiendo los brazos de la monja

Terapia Estético-ontológica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora