¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Mata al demonio! ¡Claramente está empezando a convertirse en el monstruo que alguna vez fue!"
Los gritos resonaron en muchos alrededor de la habitación. Si Sarutobi hubiera estado menos acostumbrado a la pura estupidez de los civiles, habría tenido la cabeza entre las manos ante su odio irracional.
Pero, lamentablemente, estaba muy acostumbrado. Había sido Hokage durante décadas y, como tal, estaba muy acostumbrado a tratar con incompetentes.
Por lo general era indulgente, porque no tenía ningún sentido enemistarse innecesariamente con los comerciantes de la aldea.
Dicho esto, cada uno tiene su punto de inflexión. Y había llegado al suyo.
"¡Cállate!" Sarutobi rugió, golpeando su bastón contra el suelo. El poder brilló en sus ojos y la multitud reunida quedó en silencio.
"Quieres que me deshaga de Naruto, ¿verdad? Dices que es un demonio, ¿verdad? No quieres correr el riesgo de que el Kyuubi destruya a Leaf por segunda vez, ¿verdad? Bien, entonces. Pero esto no es algo que Sólo es importante para el consejo civil. Así que reúne a todos los consejos, civiles, ninjas y ancianos. Vete y juega tus juegos. Intercambia favores, habla dulcemente con los demás y regresa en tres días. Luego votaremos sobre el "El destino de un tal Naruto Uzumaki. Ahora déjame en paz, tengo una aldea que reparar, papeleo que firmar y respuestas que obtener"
Cuando la multitud reunida miró a su alrededor confundida, sacó más poder, que se filtró en la habitación en una opresiva nube de presión.
"¡Dije que te fueras!" rugió el Dios de Shinobi. Se fueron.
Sarutobi se puso de pie y caminó de regreso a su oficina, flanqueado por su guardia ANBU, pasaron por el hospital, que todavía estaba en actividad, ninjas médicos corriendo, trayendo suministros para curar a los heridos y llevando camillas que contenían a los muertos.
Pasaron por la academia ninja, que ahora estaba cerrada. Algunos niños desafortunados nunca volverían a adornar sus paredes.
Pasaron por la Piedra Conmemorativa, donde los talladores ya estaban trabajando, inmortalizando a los pocos que fueron abrumados y masacrados. Ninja, sorprendido o asesinado protegiendo a los civiles del tesoro.
Y finalmente llegaron a la Torre Hokage. Sarutobi entró y entró en su oficina.
Con un movimiento de la mano, el ANBU desapareció de la vista. El viejo Hokage suspiró y se sentó en su escritorio.
Ya había un montón de papeles allí y él hizo una mueca. Sin embargo, era como si el papeleo fuera una especie de plaga.
Siempre hubo más y nunca desapareció para siempre. Rápidamente escribió un memorándum diciendo que alguien debería decirle a Naruto que sería juzgado, con posibilidad de muerte.
