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Aunque sólo eran tres personas, el banco que Naruto compartía con Sakura y Sasuke se sentía abarrotado. Deslizó su pulgar sobre la placa de metal tejida en su diadema y suspiró. Como Ninja , ahora eran iguales.
Bueno, al menos en teoría. Sin embargo, a diferencia de ellos, él en teoría era, chunin . Aunque no lo reconocían como tal
Le habían dicho que su, rango era más simbólico que otra cosa, una recompensa por sus actos durante el asunto del portal.
Así que aceptó a pesar de que le dolía el orgullo. Aceptó y juró ser más de lo que era, más de lo que todos veían.
Fue otro revés, pero nada lo haría retroceder. Esa era su única regla. Lo único en lo que nunca fallaría. No haber aprendido nada del Pergamino Prohibido no había quebrantado su voluntad, y tampoco la traición de Mizuki.
Esas cosas dolieron, pero no lo hicieron darse por vencido. Él no los dejaría.
Cuando una ráfaga de viento alejó las hojas entre los pies de Naruto, su cabeza se levantó de golpe. Su nuevo sensei, un hombre alto con cabello plateado erguido como los extremos dentados de una sierra, se apoyó contra la barandilla como si nunca hubiera estado en ningún otro lugar, con los brazos cruzados sobre el pecho.
Fijó su mirada en cada uno de ellos, dejándola permanecer un segundo más en Naruto.
"Mi nombre es Hatake Kakashi. Soy tu nuevo instructor".
El pulso de Naruto se aceleró. Kakashi sabía sobre el Kyuubi, estaba seguro.
Él estuvo allí en la batalla, él lo vio . La sangre golpeaba en los oídos de Naruto y sonrió débilmente.
Kakashi se aclaró la garganta.
"Haruno Sakura: inteligencia por encima del promedio; elogiada por la facultad; millas por delante de tus compañeras femeninas".
"Gracias", dijo Sakura, jugando con los dobladillos de su vestido. Sus hombros se hundieron ligeramente, como si le hubieran quitado un peso invisible.
"No tienes que agradecerme." Los ojos de Kakashi brillaron.
"Hace dos semanas, Hokage-sama me informó que me convertiría en tu maestro una vez que te graduaras. ¿Puedes adivinar lo que hice después de que él me lo dijo?"
Las entrañas de Naruto se apretaron. ¿Dos semanas? Eso significaba que Jiji siempre había tenido la intención de darle la diadema, sin importar si tuvo éxito o fracasó. Naruto tragó saliva y volvió a centrar su atención en Kakashi.
"Hice que un par de Chūnin te siguieran."
Kakashi se alejó de la barandilla y se agachó frente a Sakura. Ella intentó apartar la mirada, pero él le puso el dedo bajo la barbilla y la obligó a mirarlo.
