Hola queridos lectores, esta es una historia que hice en colaboración con cierta escritora apacionada por las dictaduras militares intergalacticas ( The_Kaiserin) ella tomará otro rumbo a partir del siguiente cap.
En fin disfruten la lectura
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Arslan sonrió mientras observaba a sus compañeros hacer los preparativos finales para la marcha hacia Ecbatana. Estaba de pie en el balcón del palacio de Gilan y observaba a los distintos miembros de su grupo mientras se ocupaban de sus asuntos.
Mientras los observaba, sintió un profundo aprecio por todos sus amigos, al recordar todo lo que habían pasado juntos.
A un lado del patio, Narsus y Elam estaban discutiendo ciertos detalles logísticos, y este último escuchaba atentamente las instrucciones del primero.
Daryun estaba ocupado preparando su caballo, sus armas y su armadura, asegurándose de que todo estuviera en su lugar.
Tenía el ceño fruncido en señal de concentración y parecía tan intenso como siempre, aunque también ansioso por estar en el campo de batalla una vez más.
Jaswant también estaba preparando sus armas y ayudando con el embalaje de todos los suministros necesarios que necesitarían en la larga marcha que se avecinaba.
El luchador de Sindhurano lucía tan serio como siempre mientras realizaba todas sus tareas, contento de ser de utilidad.
Como de costumbre, Gieve estaba sentado en una repisa cercana rasgueando su instrumento musical y tarareando una melodía despreocupada.
Pero siempre estaba listo para partir en cualquier momento, con sus cosas empacadas y organizadas. Estaba disfrutando de los últimos momentos que tendrían en un lugar civilizado, antes de sumergirse una vez más en el fragor de la batalla.
También dedicó tiempo a componer algunas líneas, ya sea para un poema o una canción, sobre las aventuras del grupo en la ciudad portuaria.
Arslan observó divertido la parte más animada del patio, donde los hermanos del clan Zot seguían discutiendo sobre una cosa u otra. Merlane había demostrado ser tan testarudo como su hermana y tan decidido a recordarle sus deberes como a ignorarlos. La persona que luego terminó como un mediador inesperado entre los dos exaltados líderes Zot fue el desafortunado Étoile.
El caballero lusitano luchó por mantener la paz entre ellos y esto le resultó más desafiante que cualquier cosa que hubiera hecho hasta ahora. Afortunadamente, ambos hermanos la querían, Alfarid retomó la amistad que habían construido durante el tiempo que estuvo con ellos en el camino desde Peshawar, y Merlane desarrolló un vínculo con ella después de rescatarla en Ecbatana. Y cada uno intentó que ella apoyara a su bando, para gran confusión del caballero.
