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5 años atrás
Florencia, Italia.

—¿Por qué estás despierta?—la voz de Antoni hace que mi cuerpo se tense—. Creí haberte dicho que trabajaría hasta tarde.

—Lo hiciste—asiento, dándome la vuelta para verlo

Se está quitando el saco, lo dobla cuidadosamente y lo deja en el pequeño mueble junto a la puerta sin quitar sus ojos de mi. «Inteligente»

»Pero me entrenaron para complacerte y... eso incluye...—me muerdo el labio dándole una breve mirada a la cama

—¿Y eres una chica complaciente ahora?—cuestiona con los ojos entrecerrados

—¿Vas a hacerme daño?—murmuro, jugando con el anillo en mi dedo—. ¿Me golpearás como... mi padre?

Frunce el ceño y aprieta la mandíbula mientras da pasos lentos hacia mi, como un depredador acechando a su presa.

—¿Él te golpeaba?—levanta su mano y acaricia mi mejilla con sus dedos—. ¿Marcó tu... hermosa y pulcra piel?—sus ojos destellan de placer mientras me toca

—Lo hizo—asiento—. Pero... no necesitas golpearme, puedo ser buena pero... por favor, no me golpees—agacho la cabeza y él toma mi barbilla entre sus dedos, obligándome a levantar la cabeza para verlo a los ojos

—Ahora eres mi esposa—me recuerda—. Quien te toque, muere. Nadie te toca, Athena. Yo no voy a golpearte.

Mis hombros se relajan, todo mi cuerpo lo hace, y lo miro con agradecimiento mientras me inclino y beso su mejilla.

—Gracias.

***

Una semana después...

Buenos días—la voz de Braulio me hace tensarme y soltar el picaporte de mi habitación para darme la vuelta y enfrentarlo

—Buenos días—levanto la barbilla y él sonríe, levantando su mano para acariciar mi mejilla. Su tacto es húmedo, sus manos están sudadas—. Antoni tiene razón, tu piel es tersa y suave.

Mi corazón se acelera, mis músculos se tensan y sé que debo alejarme de este hombre cuanto antes o saldrá mal.

—Gracias—retrocedo, alejándome de su tacto

Ese hombre... joder, él intentó violarme. Quiso "probar la mercancía" y si los hombres de mi padre no lo hubieran evitado...

Me estremezco.

—Que lástima que no pude probarte—sonríe—. Hubiera sido un placer probar un poco de sangre virgen.

Trago grueso y entro a la habitación de prisa, respirando profundo cuando mi corazón comienza a martillear en mis oídos.

—¿Athena?—Antoni aparece frente a mi y yo me lanzo a sus brazos, escondiendo mi cabeza en su cuello mientras tiemblo—. ¿Qué sucede?

—Yo...—me alejo, parpadeando rápidamente y dudo

—Puedes decírmelo, Athena.

—Tu... tu padre—mi voz tiembla y él frunce el ceño—. Antes de casarnos... él intentó violarme y yo... bueno, yo...—me alejo de su agarre, camino a la cama y me siento, fijando mis ojos en el piso de madera

La cama se hunde a mi lado, Antoni aparta algunos mechones de mi rostro y toma mi barbilla entre sus dedos para que lo mire.

Hago un puchero, bajo los ojos a su camisa y trago grueso mientras mi respiración comienza a agitarse y mis manos comienzan a temblar.

»Lo siento, es que él me da miedo y yo... no puedo verlo, lo siento muchísimo—mis ojos se llenan de lágrimas que comienzan a bajar por mis mejillas

Antoni se inclina y besa mi mejilla, lamiendo sus labios par recoger la humedad de mis lágrimas que quedaron en ellos.

»Sé que no puedes hacer nada contra él, así que por favor no te metas en problemas por mi—lo miro directamente a los ojos y él respira profundo, mirándome de una forma intensa que hace que el corazón se me suba a la garganta. «¿Va a matarme?»

—No te preocupes, me encargaré—saca algo de su bolsillo y mi ceño se frunce al ver un collar de oro con esmeraldas colgando de este—. Y a partir de hoy, esto es tuyo.

—Es muy hermosa—extravagante—. ¿Qué es?

—Una joya familiar—sonríe y me hace darme la vuelta para ponerme la joya, dejando que cuelgue de mi cuello antes de besar mi hombro—. Iré abajo, no salgas hasta que venga a buscarte, ¿entiendes?

Asiento, acariciando las esmeraldas con mis dedos.

Esa noche, Antoni asesinó a su padre por mi.
Y me convertí en la Dama de la mafia.

Thorns of a Love [Ali Mahala]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora