Transcurrieron los días, una semana para ser exactos en la que realmente Quinn y Rachel no habían podido pasar tiempo a solas, su encuentro al otro día de Breadstix no pudo concretarse por que Rachel le mando un mensaje a Quinn diciendo que no podría, eso la hizo enojar estaba esperando con ansias verla, hablarle, besarla pero nada de eso se pudo, Rachel se excuso diciendo que Finn había planeado una cena en casa de los Berry cosa que la morocha desconocía y por eso le había dicho a la rubia para verse pero en cuanto se entero tuvo que cancelar, el resto de los días la pasaron entre clases y muchas tareas por lo que realmente no tuvieron tiempo para verse ni siquiera para escabullirse al baño y besarse por que Santana no se despegaba de Quinn, la latina sabia que algo raro pasaba y estaba dispuesta a averiguarlo.
Aquel día Quinn le había mandando un mensaje a Rachel, quería verla, necesitaba poder tocarla, hablarle y quitarse esa sensación de que todo había acabado, de que tras no tener la competencia como excusa para verse ya no se verían, eso le aterraba por que aunque no quisiera aceptarlo sabia que lo que sentía por Rachel era muy grande, tanto que estaba dispuesta a aceptarla aun con Finn como pareja de ella. Quinn ya se encontraba en el Parque cercano a su casa, había preparado un pequeño Picnic para ella y la morocha, esperaba ansiosa la llegada de Rachel mientras estaba sentada sobre la sabana que tendió en el suelo, luego de algunos minutos pudo observar a la Morocha que se acercaba a ella.
Q: Hola, Rach
R: Quinnie ¿como estas?
Q: muy bien ahora que te veo. ¿y tu?
R: Muy bien, feliz de verte.
Añadió mientras tomaba asiento justo al lado de Quinn, al estar a su lado sonrió se acerco a dejar un beso sobre la mejilla de la rubia, beso que sirvió para despertar todo su ser, era como si solo aquellos labios podían hacer que su cuerpo volviera a la vida. Quinn mostró una amplia sonrisa y tomo su mano entrelazando sus dedos
Q: ¿Que tal tu día?
R: Un poco pesado, ya sabes, mucha tarea. ¿y tu?
Q: Igual.
R: Bueno... no sabes lo mucho que te he extrañado, se que solo pasaron unos días pero Quinn, no se que me pasa... siento que te necesito en mi vida, más que a nada, se que no debería decirte este tipo de cosas pero Quinn estoy sintiendo cosas y... me preocupa pero estoy tan feliz cuando estoy a tu lado.
Confeso Rachel con su mirada sobre los ojos verdes de Quinn sin soltar su mano mostrando cierta preocupación en su rostro sabia que confesar ese tipo de cosas aunque en realidad no era nada en concreto podría acabar con su amistad con Quinn. Quinn por su parte no apartaba de mirar sus ojos de la morocha.
Q: Rach... me pasa igual contigo... no puedo dejar de sentir cosas por ti, no puedo dejar de pensar en ti, en tus labios, en tu mirada, en todo lo que tenga que ver contigo, la semana que había pasado contigo ensayando fue lo mejor que me paso el solo tenerte en mi casa el poder compartir a tu lado. Dios, Rachel... creo que siento cosas por ti, más que una amistad, más que un simple gusto, más que deseo...
Sus palabras eran completamente sinceran y provocaron una ligera sonrisa en los labios de la morocha que se acerco a Quinn comenzando a besarla con suavidad para luego separarse de sus labios juntando su frente a la de Quinn manteniendo sus ojos cerrados mientras susurraba
R: Te quiero, Quinn Fabray...
Q: También te quiero, Rachel Berry...
Luego de algunos minutos permaneciendo así ambas se separaron mientras Quinn sonreía y sacaba de una cesta algunas frutas y cosas para merendar.
