8.-Sí, capitán

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Durante el tiempo que Casper seguía viendo que hacer, el tiempo no se detenía, los guardias reales que habían llegado a la tienda de armas siguieron buscándolos.

Rebuscando pista por pista hasta alcanzarlos, el capitan y sus hombres llegaron hasta el hospital, no para visitar a algún familiar ni nada parecido, sólo querían charlar con una persona en particular.

Trataron de sacarle información al guardia que había sobrevivido, pero él no sabía nada, solo que quien ayudó a la asesina carmesí era un aventurero.

La información al ser captada por el gran guardia real Gilfried sólo le dejó una molestia reflejada en el rostro.

- "Mi visión era borrosa, diablos, de milagro sigo vivo, pero... no entendía cómo sobreviví a eso, quiero dejar este trabajo".

- "No quiero más excusas, con eso basta, ya los encontraré yo".

- "Sí, capitán".

Hubiera sido mejor decir lo que sabía, pero en este mundo cada uno va por su cuenta, parece tan injusto como tan afortunado, pudo dar las indicaciones del aventurero que había visto pero prefirió evitarle problemas, depués de todo pronto iba a  dejar este trabajo.

Ahora debían encontrar al aventurero Casper y a la otra chica, pero el capitán tenía otra misión por detras, no podía dejar testigos.

Gilfried ya se estaba retirando, hasta que voltea con una sonrisa perturbadora.

- "Una cosa más, ¿Viste el contenido del cofre?"

- "¿Se refiere a la reli...?"

"Fuhh..."

Un pequeño silbido seguido de un silencio se apoderó del ambiente, el rostro del guardia que estaba sentado y recostado en la cama del hospital trató de sacar palabras y lo único que salió fue sangre de su garganta.

Al momento, su cuerpo se inclinó hacía adelante y no dejó de chorrear sangre, en unos segundos se detuvo con él fuera de este mundo.

Luego de guardar su arma, una espada recta que guardaba con un mecanismo debajo debajo de su manga con un mango especial que permitia sujetar el arma como un puño americano, volteó a ver a los soldados presentes.

- "El único guardia que sobrevivió a la masacre de la tienda de Barsak murió durante su estancia en el hospital, una herida interna se abrió y murió desangrado, eso irá en los periódicos de mañana, ¿Entendido?"

Juntando las piernas y haciendo una señal de respeto, sonó un coro unísono:

- "¡Si, mi capitán!"

CAPAS Y SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora