Jeon Jungkook va a la florería a la que acostumbra ir para regalarle flores a su novia Yunjin, ahí conoció a Kim Taehyung, un chico rubio que desde la primera vez que lo vio sintió algo extraño dentro de él, de ahí en adelante empezó a frecuentar la...
Llegaron a la gran casa de Jeon, esté rápidamente tomo a Kim por los muslos para cargarlo y empezar a besarlo. El rubio rodeo el cuello ajeno y gustoso correspondió al beso.
Lo apoyo en una pared, para ahora besar y morder su cuello donde más tarde esas mordidas serían muy visibles. Taehyung soltaba jadeos, Jeon sonreía al escuchar esos sonidos.
- Me gustas tanto -dijo Jungkook mientras repartía besos por todo su cuello- quiero adorarte toda mi vida
Taehyung puso sus manos en las mejillas de Jeon para que lo mirará. Se vieron a los ojos varios segundos y sonriendo por poder admirar los orbes contrarios. Mientras que los ojos de Jungkook eran oscuros como la noche, los ojos de Kim eran avellana con manchas verdes.
- Amo tus ojos, son tan lindos -susurro Jeon- igual de lindos que tú
- Tus ojos también son muy lindos... Quiero verlos toda mi vida -hablo para después volver a besar a Jeon
El pelinegro empezó a dirigirse hacía su habitación sin dejar de besar al rubio. Ya que estaban adentro, se acostaron en la cama, sin dejar de hacer lo que estaban haciendo. Besarse se les había vuelto un vicio qué no querían dejar, era como estar en el paraíso con tan solo rozar sus labios.
- Koo -pronunció Kim entre el beso- a-amor -el pelinegro dejo de besarlo, adoraba escuchar que su rubio lo llamará de esa forma
- ¿Qué pasa, cielo? -Kim sonrió timidamente
- Quiero... Quiero hablar de algo contigo -apretó sus labios
- Estoy embarazado y es de tuyo, no me puedes dejar -Kim ladeo su cabeza confundido y solto una risita
- No te voy a dejar -volvió a reír- es sobre otra cosa -Jeon se levanto de encima de él para sentarse a su lado
- ¿De qué quieres hablar? -acaricio su cabello dulcemente
- Yo... Quisiera -empezó a jugar con sus dedos, no sabía como decírselo- Uhm... Creo que te he dicho en repetidas ocasiones lo mucho que me gustas y lo mucho que te amo. Qué desde que te vi por primera vez en la florería quede enamorado de ti y de esa linda sonrisa que posees, quede completamente flechado desde el primer segundo, tenemos relativamente poco de conocerlos, pero creo que se lo suficientemente para entregarte mi corazón, te conozco lo suficiente para esto... Para pedirte si puedo ser tu novio -levanto su mirada solo para ver la reacción del pelinegro; sus ojos de bambi un poco más abiertos de lo normal y una gran sonrisa en sus labios- E-esta bien si no quieres, yo... Yo lo entiendo, no tienes porque d-decirme qué sí... Uhm, no quiero que- -no pudo continuar ya que Jeon estaba besándolo
Kim no podía explicar con exactitud todo lo que ese lindo pelinegro con ojos bambi le hacía sentir. Lo que un simple abrazo, caricia o beso provocaba en él, como miles de mariposas revoloteanban en su estómago sin cesar. Como anhelaba regalarle todas las flores existentes para hacerle saber que su amor hacía él era el más sincero qué pudiera existir.
- Te diría sí una y mil veces, mi pequeño Kim -ahora dejo un besito en su nariz, justamente donde se encontraba ese lunar qué tanto le encantaba- te amo, te amo, te amo y te quiero amar siempre
- Perdón por ponerme tan nervioso y tardar tanto en pedírtelo, por hacerte esperar -Jeon negó levemente
- Por ti esperaría toda una eternidad -otro beso-. Ahora, oficialmente eres... -recordó lo que había hablado con su papá una horas atrás y su pecho dolió- eres mi novio, mío, mío
- Y tú eres mío, mío
- Siempre seré solamente tuyo, mi cielo
- Y yo siempre seré solamente tuyo, Jungkookie
Se abrazaron, se repartían cariñosas caricias, algunos besos y palabras de amor. Estaban enamorados y felices.
- Quiero regalarte un ramo de girasoles -dijo Jungkook-. Aunque no son tus flores favoritas, me recuerdan a ti... Uhm... Sol
- ¿Sol? -solto una risita
- Si, tú eres mi sol, mi lindo solecito. Iluminas mis días, mi existencia la iluminas
- Ya~ harás qué llore -escondió su rostro en el cuello ajeno
- Perdón, solecito -rió levemente- eres tan lindo, que haces qué diga todo esto sin quererlo, me haces feliz
- Tu también me haces feliz, Jungkook
- ¿Te gustan los girasoles?
- Si. Significan felicidad, honestidad, paz y el amor profundo y sincero -dijo esto último sonriendo
- Oh, ¿En serio? -Kim asintió- Entonces te voy a regalar muchos girasoles para que te des cuenta que mi amor hacía ti es el más sincero
- Eso lo sé, Kook. También mi amor hacía ti es muy sincero -Kim se sentó en el regazo de Jungkook para besarlo- te ame desde el primer momento en que te vi, sin conocerte supe que te iba a amar intensamente
- Me paso lo mismo, estamos conectados -acaricio su mejilla- somos como... Almas gemelas ¿No te parece?
- Es demasiado pronto para creer eso, Kook -solto una risita
Jungkook amaba la sonrisa de Taehyung, era única, como su portador; única y simplemente bella. Quería admirar esa sonrisa siempre.
Besar cada uno de sus lunares, para que en su próxima vida todos esos lugares donde beso con tanta dulzura aparezcan nuevos lunares.
Porque son almas gemelas, no tenía duda de eso.
Repartió besos por todo su rostro, cuello, y esa clavícula qué tanto le encantaba, para finalizar en sus labios qué no se cansaba de besar. Se besaban hasta quedar sin aliento, pero no les importaba ya que a los segundos volvían a unir sus labios.
- ¿Quieres hacer algo? -pregunto Jungkook
- Que me cocines algo rico para comer -se recostó en su pecho escuchando sus suaves latidos de su corazón
- Con gusto lo hago, bonito -beso sus cabellos- pero eso te costará muchos besos -Taehyung solto una risita
- Me parece un precio justo -y así nuevamente volvieron a besarse
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Jungkook estaba preparando lasagna, mientras que Taehyung solo admiraba cada cosa que el pelinegro hacía.
Aun no podía creer que ese chico tan guapo haya aceptado ser su novio, que ese chico que conoció por pura casualidad ahora le diga que lo ama, que lo besé hasta el cansancio y rodee su cuerpo con sus brazos qué lo hacían sentir seguro.
- ¿Qué tanto me miras? —pregunto Jungkook cuando se dio cuenta qué Taehyung no dejaba de mirarlo. Rió levemente cuando Kim se sonrojo
- No, nada —volteo a otro lado, Jungkook se acercó a él sonriente— te amo mucho, Jungkookie
- Y yo te amo a ti, mucho más —acomodo unos mechones de su cabello dorado y después los beso—. Ya casi esta lista la lasagna, te encantará
- Todo lo que tu haces me encanta... Amor —los ojitos de Jeon brillaron, sin duda amaba escucharlo qué lo llamará de esa forma
