Keyla Sommers regresa a Mystic Falls para cuidar a sus sobrinos, pero lleva consigo a su hija Emma mientras intenta escapar de un pasado oscuro. La serie de eventos que se desarrollan cuando regresa a su ciudad natal la llevan a enfrentar tanto su p...
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❛ El diablo no negocia
Él sólo te romperá el corazón otra vez
No vale la pena, cariño.
Él nunca va a cambiar ❜
Keyla Sommers
Tomo tres vasos de agua y todavía no me terminó de calmar, maldita Martha agradece que mi hija estaba presente, porque de no ser por Emma te mataba.
Me miró al espejo, tengo sangre en la cabeza, el labio partido y la mejilla derecha con un moretón.
Me lavo la cara y amarró mi pelo, salgo del baño y veo a Elena junto a Jeremy hablando y Emma jugando con su magia y elevando cubos en el aire.
- ¿Emma? - mi hija quita la mirada de los cubos y estos caen al suelo - ¿Que fue lo que pasó?
Me siento en su cama y ella me mira insegura.
- Jer y yo iremos a comer - habla Elena arrastrando a Jeremy lejos de la habitación.
Mi hija me mira nerviosa.
- Yo invoque a una persona, a la que creí muerta - hablo después de unos minutos cabizbaja.
- ¿A quien? ¿Al abuelo? - le pregunto mientras le entrego la hamburguesa que le traje.
- No, a Micaela - estaba por tomar la gaseosa y me congelo en mi lugar.
Mierda, mierda y más mierda.
- ¿Micaela? - le entrego la gaseosa a mi hija quién asiente aún más nerviosa.
- Ella me contó algunas cosas, por eso tarde tanto en despertar.
Me explica dándole la primera mordida a su hamburguesa.
- ¿Que te contó exactamente tu tía Micaela?
Toma un poco de gaseosa y me mira fijamente con ese azul profundo que heredó de mi.
- Cosas que pasaron con la familia Russell, ya sabes, el que papá mato al tío Matthew o el que Martha mato a su única hija.
- ¿Que te dijo de la muerte de Matthew?
Ella se encoge de hombros quitándole importancia al asunto.
- Nada, solo me mostró como papá lo acuchillaba.
- ¿No te dijo nada más?
Le da otra mordida a la hamburguesa y niega con la cabeza.
- Emma tu papá no se movió en ningún momento para detener la pelea entre Martha y yo - ella me mira nerviosa desviando su mirada - ¿Congelaste a tu padre en su lugar?
Mi pequeña da un suspiro derrotada - Si, pero Martha se merecía la golpiza.
Asiento y me levanto de la cama - Bien, iré a la cafetería a comprar algo para comer ¿Quiere que te traiga algo más?
