Keyla Sommers regresa a Mystic Falls para cuidar a sus sobrinos, pero lleva consigo a su hija Emma mientras intenta escapar de un pasado oscuro. La serie de eventos que se desarrollan cuando regresa a su ciudad natal la llevan a enfrentar tanto su p...
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❛ Y Dios sabe que no me estoy muriendo pero ahora sangro
Y Dios sabe que es la única manera de sanar ahora
Con toda la sangre que perdí contigo ❜
📍 29 de abril del 2010, Portland, Oregón.
Corro por el bosque huyendo de los cazadores que quieren mi cabeza, estoy rodeada de cazadores y brujas que me quieren muerta.
No se de quién huyó exactamente, solo se que es poderoso, ya que siento su poder rodear el bosque evitando que pueda huir y haciéndome una encerrona. Me dan ganas de gritar de la desesperación al no encontrar salida en este bosque.
Veo como las brujas empiezan a cantar un hechizo que me produce un aneurisma y me hace caer al suelo gritando de dolor, veo la cara de una bruja en particular a la cual le falta un ojo, y hay un zafiro donde antes estaba su ojo, la veo por unos segundos mientras me retuerzo de dolor en suelo hasta que siento como las ramas de los árboles me arrastran bosque adentro con las brujas y los cazadores.
Las ramas me lastiman y me sacan sangre haciéndome llorar y suplicar que porfavor paren. Mi garganta está seca de tanto gritar que paren.
Los cazadores me atan a un árbol y me empiezan a rocear con gasolina, grito que se detengan pero no lo hacen y lanzan una antorcha que hace que todo mi cuerpo se empiece a quemar haciéndome gritar de agonía.
— AHHHHHHH — grito tan fuerte que creo que hasta los animales del bosque me escucharon.
Mis latidos están tan acelerados que creo que me va a dar una crisis de taquicardia, sin duda fue una pesadilla horrible que tardaré bastante en sacar de mi cabeza.
Veo el reloj en mi mesa de noche 5:28 genial, me levanto de la cama, la verdad no me apetece volver a dormirme llena de sudor.
Salgo de mi habitación y me topo con Emma quien me ve preocupada y me agachó a su altura.
— ¿Que haces despierta a esta hora corazón? — le pregunto acariciando su cabello rojizo igual al mío.
— Te escuche gritar ¿Estas bien mami? — me abraza y me limpia las lágrimas que no sabía que tenía.
— Si, solo fue una pesadilla cariño vuelve a la cama.
— ¿Segura? — me ve preocupada y le sonrió para que se tranquilice.
— Estoy bien Emma, solo fue una pesadilla pero gracias por preocuparte cariño — ella me sonríe y yo la atraigo a un abrazo que, sin saberlo me calma más que cualquier baño y más que cualquier pastilla para la taquicardia.
