Con pasos fuertes y veloces Farfa atravesó la calle, corriendo por las cuadras de manera apresurada.
Habían pasado pocos minutos desde que Rich le pidió que fuera a ayudarlo, y en la llamada Farfa pudo reconocer cierta agitación en su voz. A pocas cuadras de distancia no era un problema para él llegar y auxiliarlo, puesto que vivían relativamente cerca.
Además, ¿qué otra cosa tendría para hacer un domingo?
Las palabras preocupadas de Rich resonaban como un eco en su cabeza. Las posibilidades se cruzaban a confundirlo aún más.
Un auto le tocó bocina por cruzar mal la calle y el estruendo del sonido aumentó sus nervios. Siguió corriendo hasta llegar al edificio. Una vez su carrera finalizó, se paró frente a la puerta recordando que no sabía en qué piso vivía Rich, así que se decidió en marcarle. Él contestó y su tono resultó más preocupante todavía.
Tocando un botón en el intercomunicador de su departamento la puerta de abajo se pudo abrir. Farfa pasó y subió al piso indicado. Encontró el número de puerta que buscaba y notó que un poco de agua se escurría por debajo de ella.
Quiso golpear y terminó empujando la puerta, ya abierta y sin seguro. El piso estaba lleno de agua, y sus zapatos se mojaron apenas entró.
— ¿Rich? — exclamó aguardando respuesta.
— ¡Estoy aquí, ven por favor! — gritó de regreso.
Farfa siguió su voz sin dificultad y lo halló en la cocina. Rich, con la ropa y parte de su cabello empapados, estaba intentando arreglar una tubería de la que toda el agua se escurría.
— Farfa, tengo una caja con herramientas encima de un armario en la habitación, tráela por favor.
Con cierto espanto a causa de la situación Farfa corrió en busca del cuarto. Le fue difícil ver la caja entre otros objetos y pertenencias ajenas que bloquearon su vista. Apenas se cercionó de tenerla, y que no fuera otra caja cualquiera, cruzó el pasillo y la sala de estar asegurándose de no resbalar.
— La tengo, ¿qué te paso? — preguntó arrodillandose junto a Rich.
Sus ropas acabaron mojadas por completo. Una hora llevó la reparación que a duras penas se logró. Se apresuraron a sacar el agua para que no llegara a otros departamentos, la escalera o ascensor.
Pese a la desafortunada situación, Farfa se sentía tranquilo de que hubiera sido una pequeña inundación del departamento y no algo peor. Un accidente habría sido más complicado de tratar, pero por suerte no habían resultado heridos y el problema no pasó a mayores.
Agotados, se sentaron casi echados sobre unas sillas de la sala que luego tendrían que secar. Fue entonces que tuvieron tiempo de aclarar un par de cosas.
Farfa no perdió el tiempo y comenzó con lo que más le intrigaba:
— ¿Desde qué hora estabas solo sosteniendo ese caño? — preguntó aguantando una risa.
— Mediodía. Empezó siendo poco y llamé al plomero pero dijo que ya estaba ocupado. Luego comenzó a salir un montón de agua y no supe qué hacer. Cuando ya había mojado toda mi cocina atiné a llamarte. Tío, si no venías, no sé qué habría hecho. - relató volviendo a preocuparse cuando lo recordaba.
-—¿Y tus vecinos? ¿No había nadie?
— En este piso estoy solo yo. En los demás no conozco a nadie, y si soltaba el caño cuando regresara habría llegado a todo el edificio. —rió por inercia. —Farfa, gracias por haber venido, de verdad. Me salvaste de una grande.
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Puente a las Estrellas.| FarfaRich.
FanfictionDos mundos colisionan durante el paso de una noche invernal. Los caminos que ahora se han encontrado siguen la misma dirección hacia un mundo de sueños, donde las estrellas rigen el encanto de los encuentros. ...