6. Pétalos.

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A través de los pasillos se deslizaban  susurros de voces desconocidas acompañadas de pasos y risas.

Afuera, el frío había reclamado su lugar una vez más. El cielo se había tornado oscuro, y sin embargo la noche portaba una gracia reconfortante.

Los pasos en conjunto sonaron más apresurados, la función estaba próxima a iniciar. Con rapidez o torpeza, cada persona buscó su respectivo asiento.

Los minutos se disolvieron en un pestañeo y las luces fueron apagadas.

Rich comenzó a sentirse impaciente. En su mano sostenía un bote de palomitas recién compradas, y había posicionado los refrescos en el portavaso de cada asiento.

Los anuncios y publicidades de otras películas comenzaron a mostrarse en la pantalla.

Miraba la puerta de entrada con cierto desespero. Una idea lo asaltó de repente, y consideró la posibilidad de que su amigo no fuera a llegar o hubiera cancelado a último momento. Con disimulo revisó su celular, encontrando que no tenía mensajes ni llamadas.

Otra vez pegó la vista al frente. No quería que la película iniciase sin él.

Más personas subieron las escaleras y se ubicaron junto a sus amigos o parejas, y Rich miraba sus rostros anhelando descubrir aquel que ahora tan familiar le resultaba.

Suspiró reclinándose en el asiento. Sólo podía esperar a que estuviera llegando tarde y nada más hubiera sucedido con él.

Las últimas propagandas se mostraron en pantalla.

Rich se distrajo en un cúmulo de pensamientos no relacionados que llegaron al azar. Cuando el silencio llenó la sala y sólo se oían vagos murmullos o alguna persona tosiendo, supo que la función  comenzaría en cuestión de segundos.

La llegada de Farfa lo tomó desprevenido. Rich sonrió siendo iluminado por los destellos de la pantalla y ambos se saludaron intentando cuidar sus tonos de voz.

Farfa se ubicó junto a él, mientras explicaba el motivo de su retraso y expresaba una disculpa. Rich olvidó entonces su preocupación y se centraron en la película. La elección de la misma fue hecha al azar, puesto que ninguno de los títulos en la cartelera había resultado muy llamativo.

Siendo la película que eligieron un estreno, no hubieron reseñas previas de las que sostenerse, y fue así que muy pronto se dieron de frente con la verdad: habían gastado su dinero sin que valiera la pena.

Las escenas resultaron tan mal producidas y el guión tan desordenado y ridículo que sintieron imposible no criticarla en ese momento. Para contrarrestar el desánimo a causa de la decepción, Farfa hizo diversos comentarios y chistes que Rich complementó.

La risa que intentaban ocultar se les fue yendo de las manos.

Una mujer en el fondo los había callado. Seguida de ella un hombre.

Se mantuvieron en silencio hasta que Farfa no pudo evitar lanzar una broma de mal gusto ante la aparición de un personaje que había ligado la mayoría de comentarios aquella noche. Rich lo miró como suplicando que no siguiera mientras intentaba tragarse la risa que amenazaba con traicionarlo, y cuando Farfa se dio cuenta del esfuerzo sobrehumano de su amigo siguió provocándolo para que riera. Su acción surtió efecto en menos de lo que esperaba.

Las carcajadas que soltaron llamó la atención de la sala, pero no pudieron detenerse. Las quejas rebotaban siendo ignoradas por ambos, lo que llevó a la molestia de más de un espectador.

Por unos minutos se mantuvieron callados. Luego, fue inevitable que comenzarán a reír mientras seguían intercambiando comentarios, esta vez de manera más tranquila y cuidadosa.

Puente a las Estrellas.| FarfaRich. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora