Día: VII

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Outro

VII. Birthday.

Despertar a la mañana siguiente sintiendo la conexión con Checo era una experiencia difícil de explicar.

El sol entraba por las ventanas de su habitación en el cuarto de hotel, le costaba un poco razonar en su interior en donde estaba y que sucedía, era extraño, pero se sentía descansado y feliz, el omega que estaba en su interior lo había dejado tranquilo, era como si hubieras vivido con un fuerte zumbido en los oídos toda tu vida al que te terminas por acostumbrar y de repente este desaparece dejando una gran calma.

Max tomó un poco de aire para quitarse el sueño, estaba despertando golpeado por el olor de Sergio, era tan significativo como él, a tequila ahumado pero esta vez llevaba una mezcla floral al fondo, se sintió extraño de repente y las imágenes del día anterior cruzaron su cabeza en flashes que le erizaban la piel.

Había tenido intimidad con Sergio.

Y lo había marcado.

Se tocó con cuidado el cuello en el pliegue con el hombro y gimió de dolor al sentir la herida aun fresca, estaba sensible por la fuerte mordida que le había dado Sergio y entonces todo cayó en su lugar.

Paso saliva girándose con cuidado viéndolo dormir a su lado con una mano rodeándole la cintura dejando que su mano descansara en su abultado estómago, la vista era adorable, Sergio tenia los labios levemente abiertos, la curva de sus pestañas negras y el cabello desalineado le daba ese toque varonil que lo caracterizaba, además en esa posición se le veían las pecas que tenía en la nariz y en los pómulos.

Tomó aire de nuevo quitando el brazo de Sergio con cuidado, el cuerpo le respondió con el característico dolor de haber tenido sexo y gruñendo bajo se puso de pie yendo al baño.

Después de hacer sus necesidades, se lavó las manos mirando su cuerpo desnudo en el espejo, había marcas en gran parte de su torso y cintura, pequeñas mordidas, rasguños y manchas moradas donde Sergio lo había sostenido con fuerza, se acarició el vientre notando que Chequito se movía tranquilo acomodándose mejor tal vez para seguir durmiendo.

Sonrió.

Jamás en su corta vida se había imaginado que terminaría enlazado a algún alfa, jamás estuvo en sus planes, había pasado por muchas cosas para si quiera considerarlo, su vida solo se debía enfocar en ser campeón del mundo las veces que hicieran falta. Cosas como la familia, crear un lazo y conseguir pareja no estaban en la ecuación.

Y aun así no se sentía mal.

En unos meses su bebe nacería, formaría una familia con Sergio que desde el día uno se había esmerado en hacerlo sentir querido y ahora tenía una marca de enlazamiento.

Aun quería seguir ganando campeonatos, pero eso ya no era todo lo que abarcaba en su mente, ahora había otras prioridades. En unos meses la vida le había cambiado drásticamente, cualquiera estaría asustado, aterrado... pero él no.

Estaba feliz.

Se sintió satisfecho de alguna forma extraña, como si todo en el mundo se hubiera acomodado para que tuviera la plenitud de saber que con solo 26 años ya no tenía nada por que luchar.

Sonrió.

Sonrió de verdadera alegría, se había quitado algunos pesos de encima, preocupaciones y algunos problemas que ya no necesitaba arreglar, el mundo era más brillante al fin.

Se metió a la ducha para darse un baño rápido después de haber estado cavilando por largos minutos, se puso ropa limpia y volvió a la habitación donde Sergio seguía dormido.

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