¿Amigos? O... || Pietro Maggi

Capitulo 18

Martes
Martes
Martes

Después de mi "encuentro" con Matteo, fui al médico por mi pierna, ahí me vendaron y me dijeron que tenía que usar muletas unos días. Al día siguiente entre por la puerta de la entrada de la escuela, a lo lejos pude divisar a Mads que parecía estar buscando a alguien hasta que se detuvo y me miró

—¿Que te pasó?—Dijo mientras se acercaba a mi

—Bueno, tuve un...encuentro con Matteo

—¿Con Matteo?—Hizo una pausa—¿Tu...tú estás bien? ¿Te duele mucho?

—Estoy bien.

—Y crees que...

—Espera, Mads. Perdón—se quedó unos segundos procesando lo que había dicho pero cuando pareció que iba a hablar, yo volví a hablar—Perdón por lo de ayer, no quería hablarte así solo que no me sentía del todo bien.

—¿Y crees que pueda saber lo que sucede?

—Te lo voy a decir Mads. Pero ahora no, debemos estar concentrados en el partido del viernes.

—Está bien, ¿Ya te sientes mejor?

—Si, si eso creo—Me dedico una sonrisa suave y me indicó que la acompañará, eso hice aunque duramos en poco más por culpa de las muletas, cuándo estábamos llegando pude ver a los de mi equipo de basket.

—¿Que te pasó en la rodilla?

—¿Como te lo hiciste?

—¡Pietro!

Y otra ves lo mismo, les conté lo que me pasó con Matteo por tercera ves en el día, bueno en realidad desde ayer comenzó con mi mamá preguntándome que qué me había pasado y se lo conté, después a Mads hace unos minutos y por último a los chicos, hablamos sobre lo que iba a pasar el viernes, pero no me preocupaba tanto tenemos a Mads y aunque no había jugado en años, siempre fue buena aunque no lo admita muy seguido.

—Bien, bien. Pero ¿No podemos hacerle algo al estúpido de Matteo?—Estaba apunto de responder cuando una voz junto a mi hablo primero

—Yo me apunto—Dijo Mads

—¿Que? No, no, no—Dije rápido y me giré a ella

—¡Si!—Grito entusiasmada—Vamos Giulio que le podemos hacer

—Si, ves Madison está de acuerdo

—No, oigan no, fue mi culpa por confiar en Matteo.

—¿Ni siquiera unos gusanos en su mochila?—Pregunto Guilio,

—No

—¡¿O pegamento en su silla?!—Pregunto Madison mirando a todos pero el único que le dio la razón fue Giulio que dio una saltito y la señaló

—¡Si!

—¡No!—Gritamos Isa y yo, sonó la campana y nos tuvimos que regresar al salón, de camino hacia allá, Mads y Giulio venían hablando en susurros o eso creían ya que se venía escuchando todo lo que decían, casi llegando al salón se rieron y Mads se separó de él para acercarse a mi