Capítulo cuatro

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 ¿Puede lo mío convertirse en tuyo?

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¿Puede lo mío convertirse en tuyo?

Después de pasar la tarde juntos, empecé a sentir algo extraño, siempre e tenido desde que lo conozco un sentimiento de atracción hacia él. Más lo estuve ocultando, eran mis primeros amigos. No quería romper una amistad por un sentimiento que tal vez no sea recíproco.

Entonces lentamente ese sentimiento me estuvo consumiendo hasta actualmente, que lo demostré en frente de él, y me sentí increíble.

Deseaba con todo mi corazón que él también lo sintiera.

Me permití fantasear una vida juntos un poco, estando acostada en mi colchón.

Mi mamá aún no había vuelto, estaba sola en casa. Empecé a sentir golpes en la puerta, levantándome para abrir, veo al responsable de mis pensamientos últimamente.

Con una sonrisa en el rostro me observa, por un momento me dejé perderme en ese par de ojos brillantes que me miraban.

-¿ Queres acompañarnos a un partido?-preguntó-va a ser en la canchita de acá cerca, no vas a volver tarde.

-¿Seguro?No creo que sea buena idea andar a estas horas por ahí.

-No seas miedosa que yo te cuido, no te va a pasar nada.-Por qué sus palabras hacían que yo accediera tan fácilmente.

-Bueno, cierro y vamos.-para entrarme a buscar las llaves y cerrar.

Los dos íbamos caminando en silencio, porque no hace mucho nos habíamos visto, al llegar; estaba el grupito del Hernan. No me gustaban esos chicos.

Siempre me dieron malas espinas, me alejé un poco de la cancha para sentarme en el pasto, al lado de la bicicleta de Danilo. Me pidió que se la cuide.

Y comenzó el partido, no me preocupaba porque les iba bastante bien. Pero se comenzaba a hacer de noche, y eso no era buena señal.

Dicho y hecho, golpearon a Carlitos, dejándolo tirado. Dándole un ¿tiro libre?

Pero las luces se apagaron, y se empezaron a escuchar estruendos. Me levante rápidamente intentando agarrar la bicicleta, pero uno de los que estaba jugando la tomó y se fue.

Intente perseguirlo, pero escuché gritos de la mamá de Carlos. Lo había venido a buscar.

Me acerqué rápidamente a ellos para empezar a correr, y sentí que me tomaban la mano apretandola.

-¿Y la bici, qué pasó?-me preguntó alterado.

-La tomó uno de los chicos de ahí, lo intente perseguir pero, me asusté. -le dije con miedo, me quería ir a mi casa.

El solo chasqueo la lengua y comenzamos a correr a la casa de Carlos, que era la más cerca.

Al llegar, la mamá de Carlos seguía alterada, intente sentarla y darle agua. Le podía hacer mal para el bebé que venía.

Mientras los otros acomodaban el living para que duermamos, yo hacía ejercicios de respiración con la futura mamá.

Nos mandó a dormir apenas se tranquilizó, estaban los dos acostados ya, dejando un espacio chiquito en la orilla al lado de Danilo.

Mientras me recostada hago que este se haga más allá, para estar más cómoda, aceptando mi petición dejándome más espacio

Él estaba acostado boca arriba, mientras yo estaba de costado dándole la espalda. Sintiendo que el me acariciaba esta, pude cerrar los ojos y dormirme tranquila.

No sabía que luego entre suelos íbamos a terminar durmiendo abrazados juntos.

Dos corazones unidos por un mismo latido.





Its me, hi.
Me gusta el ritmo en el que va su relación . Después de todo, son adolescentes hormonales, que están empezando a descubrirse ellos mismos.

TW: Short chapter.

Veneno-Danilo Sanchez, fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora